Por falta de lluvias intensas en el sur de Brasil entre febrero y marzo, más la cuarentena, el atractivo turística muestra una imagen única.
La falta de precipitaciones intensas en el diferentes regiones de sur de Brasil -San Pablo, Mina Gerais y Mato Grosso del Sur-, que cargan los ríos de la Gran Cuenca del Río Paraná, está afectando severamente el caudal, la navegación y el comercio a lo largo del río, así uno de los atractivos turísticos más importante de la zona: las Cataratas de Iguazú.
La magnitud de la bajante, dada por una faltante de lluvias entre febrero y marzo en el país vecino, no tiene registros desde el año 2005. En este momento, el caudal de las Cataratas es del orden de los 300 a 400 metros cúbicos por segundo, cuando lo normal son 1.500 metros cúbicos.