Luego de más de una hora de debate, el Concejo Deliberante aprobó por mayoría la adjudicación de la obra del Jardín Maternal Laureano a la empresa Bruno Construcciones. El Frente de Todos se abstuvo, por considerar que es una decisión que debía tomarla en Departamento Ejecutivo. ¿Correspondía calificar como ‘inválida’ la propuesta de Salbaco S.A.? ¿Por qué el Ejecutivo elevó al Poder Legislativo una decisión que le corresponde? ¿Por qué el Frente de Todos se abstuvo a tomar una decisión?
En resumen, los posicionamientos clave:
Marcos Macagno (Juntos por el Cambio): “Al quedar descalificada una de las empresas, la restante quedó como oferta única y es necesario que nosotros –Concejo Deliberante- la aprobemos”.
Carlos Pérez Cavalli (Frente de Todos): “El art.134 dice: ‘Licitada públicamente una obra, si existiera una sola oferta válida, el Departamento Ejecutivo podrá adjudicarle la obra previa valoración de su conveniencia mediante resolución fundada’. En ningún lado dice que tenga que ser avalado por el Legislativo. Con el mismo uso de sus facultades discrecionales con las que determinó que una oferta era válida y la otra no, el Ejecutivo puede y debe adjudicar esta obra. La decisión es estrictamente política y está en cabeza del intendente, no de este cuerpo”.
Ignacio Bustingorri (JxC): “Si no se cumplen esos requisitos formales, el sistema licitatorio entraría en crisis: en la próxima licitación, podría presentarse una empresa y decir: no cumplo pero lo voy a subsanar más adelante”.
Macagno: “El concejal Pérez Cavalli dice que no era necesario haberlo elevarlo, Bustingorri dice que sí. En cualquier caso, yo lo que quiero destacar es: de ser oposición, nos encantaría que nos participen de todos los temas aunque no fuera necesario”.
Manuel Cisneros (JxC): “Lo que no entiendo es cuál es la postura política del Frente de Todos. No entiendo qué harían ellos. Yo, apoyo la obra y la voto afirmativamente para que se pueda concretar la obra y cumplir un montón de sueños del jardín maternal Laureano”.
María Mancini (FdT): “No nos pidan que hipoteticemos sobre qué haríamos porque la verdad no lo sé. Posiblemente, y respondiendo ya que nos ponen en este lugar, hubiésemos terminado la obra hace cuatro años atrás, porque está parada desde 2015”.
Macagno: “Es muy poco saludable que se esgriman comentarios como que somos ‘poco serios’. Todo lo contrario: somos muy serios a la hora de acompañar el progreso de Saladillo y acompañar al ejecutivo municipal”
A continuación, el debate completo:
Marcos Macagno (Juntos por el Cambio):
El llamado a licitación tuvo la oferta de dos empresas, y obviamente con dos sobres: uno con la cuestión técnica y otro con la cuestión económica. En resumen, las cuestiones técnicas de una de las empresas contenían faltantes excluyentes, lo que hacía que quede una sola oferta. No obstante a ello, el intendente ordenó al área de Legales que llevara adelante la reunión necesaria para consensuar esta licitación, motivo por el cual realizamos la reunión en la que participó el concejal Pérez Cavalli y Marcelo Pereyra.
Luego, el Ejecutivo nos reunió nuevamente para informar la decisión con los expedientes, y la decisión era elevarlos al Concejo Deliberante porque, al quedar descalificada una de las empresas, la restante quedó como oferta única y es necesario que nosotros –Concejo Deliberante- la aprobemos.
Vamos a proponer la aprobación, y el abogado del bloque explicará las cuestiones más técnicas, si es necesario. Pero quiero dejar en claro que este bloque va a acompañar este expediente porque, más allá que no desconocemos el presupuesto oficial, vamos a acompañar el progreso de Saladillo. Más allá de la pandemia hay que pensar más allá: hay que pensar en la pandemia, en la salud, pero también en todos los ciudadanos, en los chicos que van a hacer uso de ese jardín maternal, y no nos podemos dar el lujo de que una licitación de estas se caiga, se demore y finalmente no contemos con los recursos para hacerlo.
Carlos Pérez Cavalli (Frente de Todos):
En primer lugar, nosotros también estamos a favor del progreso y nada nos pone más contentos que una obra que finalmente se termina. También es cierto, como decía el concejal Macagno, que nos han invitado a las reuniones previas en las que se ha conversado el avance de esta licitación. Tampoco estamos de acuerdo en que esto se dilate, al contrario: queremos que esto salga. Salga, sin embargo, no de la manera en que lo está proponiendo el ejecutivo.
Esta licitación se presupuesta por $24.776.000: se convoca y se presentan dos oferentes, uno de los cuales es Bruno Construcciones, y otro Salbaco S.A. De ahí surge que Bruno Construcciones, redondeado, cotiza $31.500.000, mientras que Salbaco $29.000.000. Días más tarde, nos convocan a una charla de la Comisión Evaluadora y se nos hace saber que Salbaco, la empresa que cotizó más barato, no había cumplido con los requisitos que eran considerados exigentes, al punto tal que eran excluyentes; y que Bruno tampoco lo había hecho. Los dos estaba ‘flojito de papeles’, para ser lisos y llanos.
Ante esta situación, la Comisión Evaluadora considera que debía darle un plazo de 48 horas a las dos empresas para que completen la documentación. En esa ventana que se abre, Salbaco presenta toda la documentación que no había presentado en su momento. Bruno, por su parte, contesta que lo que le pidieron ya lo habían presentado, porque el AFIP ya no pide el Certificado Fiscal y se suple con el certificado expedido y firmado por un contador público. Había una certeza hasta el momento: las dos empresas estaban en carrera, porque así lo determinó el Departamento Ejecutivo.
Acá se entra en un laberinto: a una empresa se le pidió algo que ya había entregado; y la otra, que es la que presenta la mejor oferta económica, presenta toda la documentación pero surge que, al momento de la apertura de sobres, no estaba al día con el pago de aportes previsionales. La Comisión Evaluadora indica que la empresa Salbaco “no cumple al momento de la apertura de sobres con las exigencias requeridas”. Ahora, los sobres de la licitación hablan de documentos, no de exigencias requeridas. Y nótese que el Departamento Ejecutivo ya no habla de documentación faltante, habla de exigencias faltantes. ¿Por qué? Porque la documentación ya estaba, la habían incorporado cuando la Comisión Evaluadora les dio la oportunidad de hacerlo.
La dirección de Legales dice: ‘Acá se estaría vulnerando el principio de igualdad de las empresas porque una de ellas, que al momento de la apertura de sobres tenía todas sus obligaciones fiscales y previsionales al día, está en desventaja con la otra que no estaba al día’. Ahora: acá nos metemos en un terreno absolutamente subjetivo y discrecional, y no es una mala palabra, porque la administración tiene esas facultades, en el uso de sus atribuciones.
Finalmente el Ejecutivo mandó el proyecto de ordenanza que estamos tratando, en donde en su último considerando dice: ‘Atento que resulta haber una sola oferta válida, en un todo previsto en la Ley Orgánica de Municipalidades, deberían pasarse las actuaciones al Concejo’. No cita artículo, inciso, nada.
¿Qué dice la Ley Orgánica en estos casos? Vamos a leerlo, art.154: ‘El intendente y el presidente del Concejo, cada cual en su esfera, son las únicas facultadas para decidir la adjudicación’. El Concejo, acá no aparece. Art.155: ‘Si en las licitaciones se registrara una sola oferta, y ésta fuera de evidente conveniencia, la autoridad administrativa podrá resolver su aceptación con autorización del Concejo’. Acá parecería el encuadre, sin embargo, la pregunta es: ¿Acá hay una sola oferta? ¿O hay una sola oferta válida?
Hubieron dos oferentes, pasa que el Ejecutivo, discrecionalmente y en el uso de sus facultades discrecionales dijo: ‘Esta propuesta no corre, es inválida’. Además, exige otro requisito este mismo artículo: ‘Si esta oferta fuera de evidente conveniencia’. La pregunta es: ¿Es de evidente conveniencia la propuesta de Bruno? Es $7 millones superior al presupuesto del Municipio, y $2,5 más que la otra empresa. ¿Dónde está la evidente conveniencia que reclama el artículo 155?
El art.134 dice: ‘Licitada públicamente una obra, si existiera una sola oferta válida, el Departamento Ejecutivo podrá adjudicarle la obra previa valoración de su conveniencia mediante resolución fundada’. En ningún lado dice que tenga que ser avalado por el Legislativo. Es tan claro este artículo, y esto no es una chicana, que los comentaristas de la Ley Orgánica ni siquiera lo comentaron a este artículo. Es tan explícito y evidente que no tiene comentarios.
Entonces, recapitulando: ¿Quién decidió no considerar válida la oferta? El Departamento Ejecutivo. Y, según la Ley de Municipalidades, ¿Quién debe adjudicar la obra en estos casos? El Departamento Ejecutivo. Es el Ejecutivo el que tiene que adjudicar la obra y hacerse cargo de las decisiones políticas que toma. Arranca otra discusión, sin embargo, aunque ya exceda el marco de lo que debería conversarse en este momento: ¿Está bien adjudicarle la obra a una empresa que presentó la mejor oferta económica o está bien dársela al que cumplía los requisitos en tiempo y forma?
El final de este relato es el mismo: la decisión debe tomarla el Ejecutivo en razones de oportunidad, mérito y conveniencia: en otras palabras, decisión política. Con el mismo uso de sus facultades discrecionales con las que determinó que una oferta era válida y la otra no, el Ejecutivo puede y debe adjudicar esta obra. La decisión es estrictamente política y está en cabeza del intendente y no de este cuerpo.
Ignacio Bustingorri (JxC):
Hay una expresión que es la de ‘condiciones excluyentes’, a la cual vamos a volver porque hay que tenerla en cuenta para dar fundamentos sobre el tema. Sobre algunos argumentos de la minoría estamos de acuerdo, como el incumplimiento de la formalidad.
Si uno no repara en el detalle de lo que son las condiciones excluyentes al momento de la apertura de sobres, y sólo repara en la oferta económica, da lugar a desvirtuar totalmente el fundamento de una licitación pública. Si no se cumplen esos requisitos formales, el sistema licitatorio entraría en crisis: en la próxima licitación, podría presentarse una empresa y decir: no cumplo pero lo voy a subsanar más adelante.
La Comisión Evaluadora dice que hay una sola oferta válida luego de su dictamen, y ahí sí entra a jugar la necesidad de que este cuerpo se expida, hace a las buenas prácticas de transparencia y democráticas.
Otro punto que, si uno no acompaña el dictamen de la mayoría y la resolución del Ejecutivo, ¿cuál es la alternativa? Una demora en esta situación de la economía, en el proceso licitatorio. Quienes estamos en el sector privado sabemos del faltante de los insumos, del proceso inflacionario, del valor de la moneda. Acá no quiero echar culpas, no podemos decir que es un fenómeno que se produce ahora ni mucho menos, pero sí es la realidad. Hacer otro llamado cuando hay una oferta válida hubiese implicado, directamente, perder la posibilidad de avanzar con la obra.
Macagno:
En una cuestión de abogados, el concejal Pérez Cavalli dice que no era necesario haberlo elevarlo, Bustingorri dice que sí. En cualquier caso, yo lo que quiero destacar es: de ser oposición, nos encantaría que nos participen de todos los temas aunque no fuera necesario. Acá la oposición está diciendo: ‘No me traigan este tema, no quiero participar, arréglense ustedes’.
¿Está mal que el Poder Ejecutivo Municipal lo haya elevado para que todos podamos participar y avalar una obra de semejante envergadura? A nivel nacional o provincial, la oposición daría lo que fuera para que los Ejecutivos nacionales y provinciales los hicieran participar hasta incluso de las decisiones que son necesarias. El mensaje al Ejecutivo, entonces, es: ‘A nosotros mándenos solamente lo que es para tratar en el Concejo Deliberante’. Esa es la sensación que a mí me queda.
María Mancini (FdT)
Valoramos la labor legislativa de debatir, de intercambiar posiciones e interpretaciones. El concejal Pérez Cavalli fue absolutamente claro con las pautas que fue marcando. Este bloque entiende votar absteniéndonos, porque la lectura del artículo 134 y 155 nos exime de emitir un voto. Uno podría decir: ‘Votamos negativamente’, pero no, al contrario: bien se dijo acá, es una obra muy esperada y necesaria, y tiene simbólicamente una carga afectiva muy importante para Saladillo.
Nosotros no tenemos la obligación de votar, ya sea por la negativa, afirmativa o la abstención. No obstante, para no obstaculizar y ser respetuosos de que el Ejecutivo nos tiene en cuenta y pide nuestra consideración, decidimos emitir nuestro voto a partir de nuestra abstención. Esto no tiene que ver con no apoyar una obra de esta magnitud, o con que no valoramos la actitud del Ejecutivo Municipal en consultarnos, al contrario. Debe ser interpretada desde este lugar.
Pérez Cavalli
El concejal Macagno hacía referencia a que no es conveniente, en esta época y posiblemente en ninguna otra del proceso inflacionario, generar una negación con respecto a la concreción de alguna obra, lo que supondría un nuevo llamado a licitación. Pero nosotros no estamos haciendo eso, al contrario: justamente esto se está dilatando más porque no cumplieron la ley, lo que la ley dice en su artículo 134 es que esto es una facultad del intendente.
Manuel Cisneros (JxC)
Lo que no entiendo es cuál es la postura política del Frente de Todos. Entiendo la postura jurídica, que explicó muy bien el concejal Pérez Cavalli, pero la abstención me parece que es ‘ni chicha ni limonada’, es: ‘Apoyo una obra pero no la acompaño con el voto’. Me hace un poco de ruido, no entiendo qué harían ellos. Yo, apoyo la obra y la voto afirmativamente para que se pueda concretar la obra y cumplir un montón de sueños del jardín maternal Laureano.
Mengarelli
No se termina de entender la postura y lo dejó en evidencia el concejal Cisneros: nosotros no estamos juicio de la obra ni del proceso licitatorio, lo que estamos diciendo justamente es lo que dice claramente el artículo 134. No entendemos por qué tenemos que emitir nuestro juicio de valor en estos momentos, cuando entendemos lo que dice y comprendemos lo que dice la Ley Orgánica de Municipalidades. No nos corresponde tomar esta decisión. No hay una postura política nuestra en este caso, nuestra postura es valorar lo que dice la Ley Orgánica.
Cisneros
Agradecerle la respuesta al concejal Mengarelli, fue muy claro: no tiene posición política respecto a la obra del Jardín Maternal Laureano.
Mengarelli
Lo que acaba de emitir el concejal Cisneros es totalmente innecesario. Lo que estamos debatiendo acá es el proceso licitatorio, no una cuestión política acerca de una cuestión de Estado, sobre si decidimos invertir o no en un jardín maternal. Esto es una chicana.
Mancini:
Reiterar en otras palabras con que planteó Mengarelli, y contestarle al concejal Cisneros: por favor, no es nuestra labor dentro del Concejo Deliberante, ponernos a hipotetizar qué hubiésemos hecho nosotros si fuéramos gobierno frente a esta situación, me parece muy poco serio, lo digo sinceramente. Traté de ser muy respetuosa, como siempre lo soy, tratar de dar los fundamentos necesarios…
No nos pidan que hipoteticemos sobre qué haríamos porque la verdad no lo sé. Posiblemente, y respondiendo ya que nos ponen en este lugar, hubiésemos terminado la obra hace cuatro años atrás, porque está parada desde 2015. Me parece que no es necesario llegar a esta situación.
No es para nada nuestra intención desvalorizar la obra: si ustedes quieren usar eso políticamente, úsenlo, no hay ningún problema. De ninguna manera vamos a desvalorizar una obra tan sensible para nosotros. Una obra que, por otro lado, estuvo abandonada y se deterioró. No entremos en detalles que no son necesarios traerlos acá. Tratemos de tener una discusión en el marco de la seriedad, para honrarnos mutuamente en el lugar que nos han puesto los vecinos.
Macagno:
Me llama la atención, sobre todo viniendo de la concejal María Mancini, que hable de la falta de respeto cuando un concejal trató de ‘poco serio’ a otro. Acá lo que se expone son posiciones políticas, y claramente lo que hizo el concejal Cisneros es exponer la no posición política respecto de una cuestión de nuestro medio. Es muy poco saludable que se esgriman comentarios como que somos ‘poco serios’. Todo lo contrario: somos muy serios a la hora de acompañar el progreso de Saladillo y acompañar al ejecutivo municipal. Quiero terminar con un viejo dicho que dice: ‘No aclares, que ocurece’.