El intendente José Luis Salomón, junto al director del Hospital Dr. Posadas, Javier Piñeyro, y junto al Dr. Carlos Greco, representante de la Clínica Saladillo, firmaron el convenio que prevé el pago de $5000 por día por paciente no Covid y sin mutual que tenga que ser atendido por la institución privada.
El convenio tripartito destaca principalmente tres puntos: uno de ellos es que el Hospital derivará a la Clínica, en caso de no contar con disponibilidad, pacientes no Covid que cuenten o no con obra social.
La Clínica recibirá y brindará atención a los pacientes derivados, siempre que cuente con disponibilidad de camas y de terapia. Además, el Municipio asumirá el pago de la atención diaria, equivalente al módulo de atención IOMA, de $5000 por día por paciente de los no mutualizados, mediante un expediente individual y encuesta socioeconómica de cada paciente. A continuación, la palabra completa de cada uno de los representantes:
José Luis Salomón:
“A raíz de una necesidad que se planteaba en Saladillo fundamentalmente para aliviar la atención de pacientes en el Hospital, hemos acordado poder recuperar camas para poder tener mayor capacidad de atención a pacientes Covid. En este acuerdo previo a este convenio, que se había hecho entre el Hospital y la Clínica, tal vez de palabra para tratar de derivar pacientes no Covid a la Clínica, se sucedían situaciones de pacientes mutualizados y no mutualizados.
Por la situación que estaba atravesando la Clínica que es de público conocimiento, le resulta difícil sostenerlo en el tiempo. Y esto generó un planteo sobre si podíamos conseguir un convenio o un acuerdo, tipo Sumar, para pacientes no Covid. Lo averiguamos en provincia y no existe esa posibilidad; Sumar es para los que atienden Covid, y la Clínica no está en condiciones técnicas de asumir la responsabilidad de atender Covid.
Del análisis de estas conversaciones que hemos tenido con Javier Piñeyro, principalmente, y con la directora de Región Sanitaria, Carolina Di Nápoli, y el jefe de Gabinete de provincia, Salvador Giorgi, la propuesta era asumir el costo por parte del Municipio. Y eso fue lo que hicimos.
Cada vez que ingresa un paciente que no tiene mutual, tendrá que hacer un trámite, une expediente; ese expediente viene al Municipio y, en el menor tiempo posible, a través del área de Salud y Desarrollo Humano, y se hace el estudio social. Por supuesto que esto es para gente que no pueda pagarlo. Y se emite un cheque a nombre de la persona y de la Clínica.
Respecto al monto, no quisimos ponerle límite porque entendíamos que en materia de salud no hay una cuestión matemática de por medio. Lo que corresponda, corresponde. Es un convenio que nos pone a la vanguardia, en el sentido de que estas cosas son las que hay que tomar como decisiones, y no esperar si la solución pueda llegar a venir o no en algún momento”.
Carlos Greco:
“Si el Hospital no tiene la capacidad operativa para cubrir, un paciente que no tenga obra social no lo podés tirar a la calle. Tenés que darle la cobertura necesaria, que se va a dar desde el punto de vista médico por la Clínica, la Municipalidad porque le va a pagar la estadía, y el Hospital por parte de la medicación.
La situación de la clínica es la de todas las pymes e institutos de salud: lamentablemente, es una situación muy grave y estamos subsistiendo gracias al ATP, a otro tipo de cosas y por la ayuda del personal médico y no médico de la Clínica, que se ha adaptado a un montón de situaciones”.
Javier Piñeyro:
“La situación en Saladillo fue muy tensa, fue uno de los lugares con mayor tasa de afectación de la provincia de Buenos Aires, con niveles que superan los 4000 afectados cada 100.000 habitantes, similar a la del AMBA. Y en esta situación, tuvimos la dificultad que dos tercios de esos casos surgieron en un lapso de 30 días, lo cual hizo que la curva sea difícil de manejar desde el punto de vista sanitario.
Acá, lo que tenemos que recalcar, es el diálogo permanente para buscar la mejor estrategia para sostener esta difícil situación sanitaria. Obviamente, esta mejor estrategia apelaba a una respuesta cualicuantitativamente mejor para la ciudadanía.
Pensemos que un enfermo Covid que requiere ser internado usa habitualmente una máscara de reservorio como mínimo, y eso consume 16 litros de oxígeno por minuto, son 16 tubos de oxígeno que tiene que utilizar un paciente por día. Desde la logística, si no se dispone de un oxígeno central, es muy complicado sostener un Covid. Ni hablar si utiliza un sistema de alto flujo, que consume entre 30 y 60 tubos de oxígeno por día. Todas estas dificultades hacen que uno busque la mejor estrategia cualicuantitativa.
Por suerte, en el momento de mayor tensión se pudo sostener el sistema de salud. Teníamos en total 45 camas para Covid, que fueron ocupadas en un momento, y 11 camas de terapia, las cuales hemos usado en un momento hasta 10 camas. Esto hizo que el sistema estuviera tensionado pero que pudiera dar respuesta. ¿Cómo se mide esa respuesta? Con la letalidad. La letalidad en el mundo ronda al 3% de los afectados, el 3,17% es en provincia y el 3,27% en Capital; en Saladillo, actualmente, tenemos una letalidad del 2,07%. Eso significa que el sistema de salud dio abasto, pudo responder a las necesidades tanto cuali como cuantitativas.
Tenemos que decir que sí, que lo que se hizo se vio y tenemos un descenso importante en los casos, lo cual distencionó el sistema sanitario. Por eso hoy decimos que no estamos como hace 15 días. Ojalá esta tendencia siga, sigamos bajando o amesetándonos, así el sistema de salud puede estar mucho menos tensionado. Pensemos que, en los momentos más difíciles, poner 10 camas de terapia en juego significó que nuestros terapistas trabajaran sin francos, hicieran dos o tres guardias, estuvieran permanentemente toda la semana dentro del Hospital».