Durante la conferencia de ayer, autoridades del Hospital Dr. Posadas hicieron referencia al accionar profesional del personal de salud. “No hay una cuestión de omisión culposa o dolosa grave de ningún colega con respecto a cómo manejarse”, afirma el equipo sanitario, sobre el accionar de la médica que atendió a la abuela de 91 años con Coronavirus.
Adrián Abadín, subdirector de la Región Sanitaria X de la provincia de Buenos Aires, sostiene que “se mezcla lo sanitario, lo científico y lo social. Cuando hablamos de uso de elementos de protección personal, estamos hablando de una indicación médica/científica. La definición de contacto estrecho es absolutamente científica”, haciendo referencia a por qué la médica que atendió a la abuela de 91 años no cataloga como ‘contacto estrecho’. Luego, en un comunicado, el Comité de Infectología lo explicó con detalles técnicos.
Félix Crognale, director asociado del Hospital Dr. Posadas, expresó: “Para llevar tranquilidad a la gente que se ha atendido en este período de tiempo con el personal aislado: cuando un personal aislado atendió a pacientes, en todo momento se utilizó el equipo de protección. Se está generando algo que no está bueno, que es criminalizar el acto médico o de enfermería. Esperemos que esas conductas cambien, porque nadie se contagia a propósito: acá se atiende de muy buena forma a toda la gente se asiste y con todas las medidas necesarias. Estas situaciones pueden pasar, porque han pasado en todo el mundo”.
“La exposición inadecuada fue en la parte de un office, no con la asistencia hacia un paciente. Luego por supuesto entra la responsabilidad individual: todo el mundo sabe lo que tiene que usar para protegerse, tanto el personal de salud como las personas”, diferenció Crognale.
Luego, Abadín sumó: “Entendamos que a veces, ante la inexperiencia o la presión o el miedo de la gente, algún colega puede decir que algo es inadecuado/adecuado y que no sea del todo científica la aseveración que tiene. Tratemos de llevar la tranquilidad de que el manejo de la protección personal está entendido por todos los colegas, y que todos saben qué maniobras pueden realizar en el ámbito en el que se están desempeñando. Uno no toma actitudes dolosas con el otro buscando hacer un daño, no es irresponsable en la conducta: uno evalúa la situación que tiene y utiliza lo que dice la evidencia científica para defenderse de una infección que hay ahora”.
En ese sentido, agregó: “Digo esto porque en la interpretación de un protocolo, que debería ser clara y fría, tenemos interpretaciones que hacen daño a un montón de personas y generan ansiedad. Entendamos esto: acá hay una cuestión científica, el Comité buscó los contactos estrechos basado en la evidencia científica que baja el Ministerio, en base a eso se da respuesta y se notifica a otras instituciones –como el Municipio- qué cosas sugiere el hospital. Y digo ‘sugiere’ porque no tenemos potestad de la puerta para afuera. Acá no hay una cuestión de omisión culposa o dolosa grave de ningún colega con respecto a cómo manejarse”.
Por último, haciendo referencia al tema, Abadín admitió: “Los médicos estamos en una situación imposible, tratando de no tocar las paredes como si todo quemara y el piso fuera lava. Entendamos eso”.
Javier Piñeyro, director ejecutivo del Hospital Dr. Posadas, agregó: “Son cambios que debieron instalarse no sólo en los hábitos profesionales sino en los hábitos de circulación cotidiana: en comer, en compartir. Debieron cambiar rápidamente, y a veces hay descuidos: viene un compañero y te dice: ‘Ponete el barbijo’ y te lo ponés. Pensemos que acá hay 365 trabajadores de la salud y es complejo, estamos permanentemente capacitando y permanentemente reflexionando entre nosotros mismos para tratar de que ocurran la menor cantidad de accidentes posibles. Pero, como dijo Lucía, ocurren en cualquier lugar del mundo”.