José Luis Salomón fue consultado por ABC Saladillo por el balance de los puestos de control, cerca del final de la tarea, tras más de 220 días cuidando los ingresos de Saladillo. El intendente destacó que “más de una vez hasta hemos detectado acciones delictivas, hemos hecho decomisos y muchas cuestiones que de otra forma no hubiésemos logrado contener. Estoy conforme con lo que se ha hecho”, y anunció que los bordos de tierra comenzarán a levantarse a partir de la próxima semana.
En principio, Salomón diferenció los controles con voluntarios y los realizados por seguridad privada: “Cuando arrancamos, arrancamos con voluntarios, concejales, consejeros, diputados, Policía Local, funcionarios… Todos colaboraron en ese momento, esta primera etapa fue muy particular: de un compromiso más comunitario, en el que uno veía y advertía que había alguien que tenía una responsabilidad y te estaba cuidando. Había una empatía distinta con el que te controlaba porque lo hacía desde la generosidad”.
“En la última etapa –privatizada-, en la que no teníamos más alternativas porque todo el mundo trabajaba o cumplía con sus obligaciones, y necesitábamos la gente de Policía, Tránsito y Defensa Civil para los corredores seguros. Eso nos obligó a privatizar los 11 controles las 24 horas del día. Fue una inversión grande, pero era casi necesario para entrar en esta etapa de mucho control en espacio público”, continuó.
“Es muy raro encontrar un pueblo con 11 controles, ni siquiera las ciudades grandes lo tienen. En La Plata, para entrar y salir, no hay ningún control. Fue un desafío enorme, desde el punto de vista económico y del funcionamiento”, agregó Salomón, quien además admitió que “el que lo usaba todos los días estaba cansado, agotado de pasar todos los días por el control, que te tomen la temperatura, te pregunten de dónde venís, a dónde vas… Esa persona está agotada y no quiere saber más nada con el control. El que no pasaba todos los días, advertía que el control podía llegar a ser un instrumento de retención o demora de quienes podían venir de afuera”.
“La realidad es que el virus ha circulado por toda la planta urbana, hay personas que no han hecho nada mal y se han contagiado, evidentemente el control no era la restricción absoluta del virus. Que te tomen la temperatura no quiere decir nada, podés no tener temperatura ni ningún síntoma y contagiar igual”, sumó el intendente.
Por último, expresó: “Me parece que el balance es bueno. Haberlo sostenido hasta hoy era impensado desde el momento que arrancamos, pero el resultado por lo menos a mi criterio es bueno. Si uno entra en el detalle de: ‘A mí no me preguntaban, a mí me tomaban la temperatura y miraban para otro lado…’, es cierto. Ahora: hay que estar las 24 horas del día, eh; así llueva, truene, haya viento o piedras grandes como un huevo… Si uno mira los detalles evidentemente hay críticas por todos lados; pero si me pedís un balance te digo que es bueno”.