José Luis Salomón, en diálogo con ABC Saladillo, fue consultado por cómo resolvieron las diferencias entre las autoridades sanitarias y médicos del Hospital Dr. Posadas y el área de Salud municipal. El intendente admitió que tuvo comunicación con el director ejecutivo del nosocomio, Javier Piñeyro, y sostuvo que “la construcción de un pueblo como este se hace en forma mancomunada”.
“No puedo concebir otra forma de actuar que no sea esta, tratando de congeniar; y si en algún momento hubo diferencias, tratar de corregirlas. Se corrige muy fácil, dialogando, poniéndonos de acuerdo o diciéndonos las cosas que nos teníamos que decir. Pero quiero que la comunidad se quede tranquila: ninguna de las acciones públicas que teníamos que poner en marcha antes y después de la polémica que se generó, se dejaron de hacer. Ni una. Ni uno quedó afuera de ser aislado, hisopado. ¿Puede haber diferencias? Siempre las hay, es la vida misma la que te marca eso”, admitió Salomón.
En principio, el intendente había comenzado por destacar: “Tuve un contacto con quien tengo muy buena relación, Javier Piñeyro, a quien estimo y valoro mucho. No es un trabajo fácil el que le toca; arrancar a manejar un hospital zonal como el de Saladillo, junto con –Félix- Crognale y –Luis- Jury, y encontrarte con esta realidad no es una tarea sencilla, aunque tenga una estructura importante, con guardia nueva”.
“Desde que arrancamos la gestión, tratamos de trabajar en forma mancomunada con el Hospital. Siempre digo que cuando uno viene a la función pública no dice ‘con este voy a trabajar, con este no voy a trabajar’: a mí me pueden resultar más o menos simpáticos, pueden ser del mismo color o la misma religión, pero acá a mí me pusieron para trabajar con todos”, reconoció el intendente, quien luego agregó: “Esto no es un club de amigos, donde los que estamos trabajando somos todos amigos. Ni siquiera somos amigos entre los propios funcionarios, debe haber más de 10 o 15 funcionarios que en el 2015 no me votaron, que votaron a otro candidato interno o a otro partido”.
En ese sentido, continuó: “Tengo la obligación de convivir con el Hospital, tengo la obligación de convivir con los Bomberos, obligación de convivir con la Cooperativa Eléctrica… La construcción de un pueblo como este se hace en forma mancomunada. Cuando digo ‘Saladillo nos necesita a todos’ es absolutamente cierto, no hay ningún intendente guapo o poderoso que pueda resolver esto sólo: si no nos ponemos de acuerdo en algunos lineamientos generales, no lo vamos a poder resolver. Por eso mi criterio siempre ha sido trabajar en forma conjunta”.
“Hay que resignar egos, posturas. Cuando uno abre el juego de la participación tiene que estar preparado para entender que el diálogo es lo único que no se puede cortar. Ejercer el poder es difícil, pero ¿sabés qué es más difícil? Compartirlo. El gran desafío que tiene la política argentina es compartir el poder, entender que cuando te ponen acá arriba no es para adueñarte del poder”, aseguró Salomón, haciendo referencia a un panorama más amplio que el local.
Por último, Salomón analizó: “Cuando uno se equivoca, reconocer un error es un signo de fortaleza, no de debilidad. Más allá de ser político, primero soy ser humano: me formaron para esto, para más allá de ser político tener conceptos generales de cómo manejarme en la vida. Circunstancialmente me toca manejar el Estado, pero no es mi fin en la vida manejar el Estado. Dentro de un tiempo me voy a ir de acá y hay vida después de la gestión pública, hay vida después del Covid. Y tengo claro que la vida es mucho más importante que la gestión política”.