Recordemos, que la primera marcha de NiUnaMenos se había gestado bajo la indignación del crimen de Chiara Páez, una chica de 14 años que no quiso abortar y por eso su novio la enterró en su patio.
En nuestra ciudad, diferentes agrupaciones y vecinos participaron de la convocatoria. Esta vez, el recorrido fue diferente. La concentración tuvo lugar en Avenida Frocham y Rivadavia para luego marchar por Rivadavia. Luego siguieron por Avenida Pereyra; San Martín; Belgrano para pasar por la Comisaría en la calle Toledo y culminar en la Plaza Principal en donde se realizó un micrófono abierto.
El promedio de muertes se mantiene estable, según la Asociación Civil La Casa del Encuentro, que hace las estadísticas de los femicidios (suman unos 2500 desde 2008). Desde el Estado se prometió un Registro Oficial, y lo hace la Corte Suprema. Pero ese registro no es certero, ya que no incluye los femicidios si el varón se suicida luego de asesinar a la mujer.
Sin estadísticas oficiales no se pueden diseñar políticas públicas efectivas. Ese es un reclamo que se repite en cada una de las marchas. Tampoco hay avances concretos en políticas integrales que contengan a las víctimas de violencia y les permitan seguir con sus vidas y tener trabajo, salud y vivienda. Otro de los reclamos. Ni siquiera se respetan las órdenes de restricción impuestas por la Justicia ante una denuncia por golpes o maltrato. Y por eso siguen muriendo mujeres que han denunciado y tienen restricciones perimetrales.
El reclamo es claro; pero al parecer, sigue siendo invisible…