En la última sesión del Honorable Concejo Deliberante, se aprobó por unanimidad el proyecto de ordenanza presentado por Victoria Irañeta, concejal de Juntos por el Cambio, sobre la promoción del uso de la copa menstrual en distintos programas de Salud y Ambiente del Municipio. Este proyecto tiene tres grandes fundamentos desde el punto de vista ecológico, sanitario y de género, y ya cuenta con el visto bueno y la predisposición del intendente José Luis Salomón.
En principio, Irañeta expresó: “Celebro que estemos tratando estos temas en el recinto, hace pocos años era impensado –y no estoy hablando de muchos años atrás- poder hablar de la menstruación tan libremente, sin usar eufemismos para no decirlo con claridad”.
Uno de los fundamentos que expresó la concejal Irañeta tiene que ver con que la mujeres gastan aproximadamente el 10% de sus ingresos en productos de higiene femenina, cobrando 27% menos en promedio que los varones: “Uno necesita productos higiénicos cada mes para transitar esta etapa, y eso significa una carga para muchas familias que tienen otras necesidades. Uno utiliza entre 200 y 300 toallitas o tampones al año, y esto implica un costo aproximado de $10.000 anuales, que no es poco, y si pensamos en familias más numerosas se complica aún más”.
Luego, Irañeta señaló: “Desde hace mucho tiempo aparecieron estos productos descartables que, en teoría, nos hacían la vida más fácil: además del costo, tiene contraindicaciones para la salud de las mujeres y su uso prolongado puede causar enfermedades como endometriosis, cáncer, infecciones, síndrome de shock tóxico… Tiene que ver con el material que se usa para la confección de estas toallitas o tampones”.
“En tercer lugar, se producen muchos residuos, son plásticos de un solo uso que van directamente a la basura. Para mencionar un solo ejemplo, una toallita puede durar entre 500 y 800 años en degradarse totalmente”, agregó como otro de los fundamentos la concejal Irañeta.
“¿Qué es lo que se les está ofreciendo a las mujeres cuando se les facilita la copa menstrual? Que no tiene contraindicaciones en la salud, ya que es un elemento hecho con silicona, hipoalergénico; es sustentable, porque se reutiliza; y tiene una gran durabilidad en el sentido que el costo que tiene una copita menstrual hoy es lo que tiene que gastar una mujer cada mes en comprar toallitas y tampones”, sumó Victoria.
Luego, la concejal Verónica Tremaroli del Frente de Todos agregó los fundamentos del bloque: “Estoy muy contenta de que tengamos este proyecto acá, para votar. Estoy totalmente de acuerdo con Victoria con respecto a la desigualdad de las mujeres; que los materiales que se utilizan para la confección de los productos son tóxicos, así como los pañales, que son también descartables y tendríamos que buscar la manera de resolver este tema. Estamos con el ambiente, con la salud de las mujeres y la economía familiar; y estamos discutiendo uno de los aspectos que generan desigualdad en las mujeres”.