Como nos comprometimos desde el primer día, cumplimos con nuestro deber de ser una oposición responsable para resolver los problemas estructurales de la Provincia.
Pero el proyecto original enviado por el Poder Ejecutivo a la Legislatura era una clara expresión de avasallamiento a las distintas instituciones de la Provincia.
Nuestro mensaje es claro: no vamos a avalar superpoderes para manejos discrecionales de recursos. Sin embargo, les otorgamos la herramienta necesaria para cubrir los vencimientos de la deuda y garantizamos que no haya discrecionalidad política en la asignación de obras públicas en la Provincia, asegurando que lleguen a los 135 municipios.
Prorrogamos hasta el 15 de abril la fecha límite para la presentación del presupuesto, donde debatiremos el endeudamiento de 2020.
Todo esto lo hemos hecho con la convicción de representar a los bonaerenses que nos votaron. Por eso hemos pedido la modificación de estos puntos vitales para la defensa de la división de poderes en la Provincia.
Y si bien, desde esta mirada constructiva acompañamos los proyectos con las modificaciones consensuadas, nuestro límite es el relato. Nuestro límite es cuando se intenta manipular los datos y la necesidad de los bonaerenses en beneficio de un discurso político.
Por eso no acompañamos la Emergencia planteada en materia educativa y de salud. La Provincia que dejamos no corresponde al relato político que se quiere instalar. La vara que dejamos es muchísimo más alta de la que recibimos.
- Publicidad -