Delimitando el campo de aplicación al tratamiento de reclamos, denuncias, conflictos entre personas, grupos o instituciones en cuestiones vinculadas a Horarios de realización de eventos, ruidos molestos, olores desagradables, suciedad acumulada, etc.
El Art. 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos sostiene que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y dotados como están de razón y conciencia deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Desde este marco, toda demanda los es, en tanto el sujeto la percibe como su necesidad. Las demandas deben ser consideradas, incorporando el punto de vista de sus actores, y resueltas mediante una tarea “dialogada” donde ambos interlocutores (la ciudadanía y el estado, frente al cual ésta efectúa sus reclamos) procuren dar solución a las dificultades que se presentan de manera conjunta, es entonces donde el principio de participación es fundamental para identificar las necesidades y prioridades desde la visión de los propios actores, a través del ejercicio efectivo de su ciudadanía, de sus derechos y obligaciones, como condición previa para la democratización de la sociedad en su conjunto.
Cuando pensamos en la redacción del Proyecto de Creación de un ámbito de Resolución Alternativa de Conflictos, basándonos en experiencias llevadas a cabo por otros Municipios, pensamos en diseñar políticas públicas que tiendan a fortalecer los vínculos entre la sociedad civil y el Estado local, fomentando la participación ciudadana en todo el territorio, fortalecer la trama social y consolidar el vínculo con la sociedad.
No pretendemos crear un ámbito más de interminables recorridos burocráticos, sino un espacio de compromiso ciudadano y fortalecimiento del mismo, con un espacio de atención personalizada a fin de dar respuesta adecuada a las situaciones de conflicto, reclamos, denuncias o diferentes cuestiones que planteen los actores sociales, donde se optimicen los circuitos existentes de tratamiento de los reclamos vecinales (ingreso, derivaciones internas, etc.), proporcionando a los grupos de vecinos o instituciones que concurran, la información necesaria (normativa vigente) y la orientación de los pasos a seguir.
Es necesario para ello el reconocimiento de la diversidad, la cooperación y el diálogo lo que aporta instrumentos de cambios sociales. Es éste y no otro el Objetivo de la creación de un espacio de Resolución Alternativa de Conflictos.
