Más allá de cualquier diferencia, todos los actores relevantes de la política nacional coinciden en un punto: la Provincia de Buenos Aires es una parada importantísima frente a las elecciones del próximo año.
Las principales fuerzas políticas mueven fichas en el principal distrito del país, en una coyuntura marcada por la inflación y las desavenencias al interior del Frente de Todos.
Alejandra Lordén, diputada provincial y presidente de la Fundación PODER — la usina de ideas del radicalismo bonaerense— dio fuertes definiciones sobre la actualidad política. “Hay un contraste pocas veces visto entre el desorden del Gobierno y la organización opositora; frente a semejante apología de la división y los enfrentamientos, trabajamos como nunca por la unidad que reclama la sociedad”, puntualizó.
La legisladora de la séptima sección subrayó la labor de la Fundación PODER, que en pos de diseñar un programa de gobierno para la Provincia, en apenas dos meses impulsó actividades sobre salud, desarrollo territorial, narcotráfico y adicciones, gestiones municipales y oportunidades para la Argentina en el escenario internacional.
“Logramos darle un marco institucional a la renovación partidaria del radicalismo bonaerense, para que esta ola no se diluya en buenas intenciones y siga inspirando a los vecinos. Eso es Poder. La construcción colectiva de propuestas de gestión para cada zona de la Provincia, con la participación de expertos, funcionarios locales, sectores productivos y del conocimiento, y por supuesto, de los vecinos.
Ese es nuestro diferencial: la UCR volvió a conectarse con la gente. Desde allí nos paramos para disputar el liderazgo de la oposición”, explicó.
Consultada sobre la marcha del gobierno de Kicillof, Lordén fue tajante: “Hay una identificación muy notoria con la gestión nacional. Ambas están paralizadas. Es una administración reactiva, que, en el mejor de los casos, apuesta a contener el malestar social con medidas de emergencia, pero no hay políticas de fondo para promover el trabajo y empoderar a los intendentes ante la crisis. Es una vergüenza que sigan hablando de aumentar retenciones como la solución a todos los males; no saben hacer otra cosa que golpear a los que producen y traen divisas”.
