Los referentes de Radicalismo Abierto, la nueva conducción de la Unión Cívica Radical en Saladillo, fueron consultados por sus posiciones respecto al proyecto de legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Si bien Vicky Irañeta aseguró que
“despenalizar el aborto es una necesidad urgente para las mujeres argentinas”, Juani Domínguez aportó: “Los diputados radicales de la provincia de Buenos Aires están a favor; los senadores radicales, de los 14, sólo 4 están a favor. Es muy personal, y muy plural”.
La presidenta del Comité, Noelia Catullo, expresó: “Yo tengo una posición personal, no tengo problema en compartirla. La tuve que construir, me costó mucho: escuché bastante y me definí en pensar que el Estado tiene que poder garantizar un derecho que es de una mujer que no quiere dar a luz y llevar un embarazo adelante. Lo que tiene que garantizar el Estado es que esa decisión, que ya está tomada por una mujer, sea segura, legal y gratuita, para que no se pierdan dos vidas. Jamás en mi vida abortaría: pero una mujer decidida a hacerlo, con aborto legal o sin aborto legal, va a hacerlo”.
Seguidamente, el vicepresidente Juani Domínguez sumó: “Esto no quita que la pluralidad del partido no acepte a un montón de afiliados que, por cuestiones religiosas o de creencias, tiene una postura en contra del aborto. Son bienvenidas todas las voces. Yo comparto lo de Noe y voy en que cuando las cuestiones son sostenidas por la fe, o personales, no se tiene en cuenta la decisión de una política pública que apunta a lo plural y colectivo”.
Luego, el presidente saliente Nano Arrospide sentó su postura: “Yo soy provida pero coincido totalmente con lo que dice Noelia: hay que garantizar la salud de la madre que no quiere dar a luz. Pero uno entiende que hay conceptos dentro del radicalismo de gente que defiende una cosa u otra. Si vos me preguntas a mí, yo no abortaría jamás: pero sí quiero darle la seguridad y tranquilidad a quien quiera hacerlo, para que el Estado la proteja”.
Vicky Irañeta, parte de la lista y concejal de Juntos por el Cambio, expresó en principio: “Es importante aclarar que la cuestión no es estar a favor o en contra, sino una ley que plantea la despenalización del aborto. Hay mujeres que toman esa decisión, que es muy personal, y de repente no tienen los medios para hacerlo de forma segura. Corren los riesgos de que, por miedo a ser acusadas o tener una denuncia en su contra, terminan haciéndolo de forma clandestina de manera tal que pueden llegar a la muerte”.
En ese sentido, sumó: “A mí me parece que, más allá de que van a poder elegir qué hacer, las mujeres estén acompañadas en un medio que les garantice el derecho a la salud pública, que es lo que corresponde, y que se las escuche”, y luego se refirió al proyecto de 1000 días: “Acompaña a aquellas mujeres que están dudando en abortar, y van a ser acompañadas por el Estado como debe haber”.
“La desigualdad de género es muy grande en todos los sentidos, lo dejó en evidencia esta pandemia en cuestiones laborales, sanitarias. Hay muchas mujeres que se mueren, niños que se quedan sin mamás porque muchas mujeres que abortan no es su primer embarazo… Nos tenemos que poner en el lugar de todas esas mujeres que están pidiendo a gritos desde hace muchos años, porque esto viene debatiéndose desde 1921. Creo que es tiempo de pensarlo de otra forma, creemos que despenalizar el aborto es una necesidad urgente para las mujeres de nuestro país”, cerró.