El asesinato del chofer Daniel Barrientos y la posterior golpiza al Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires Sergio Berni, son una demostración elocuente de dos realidades que afectan y angustian a todo el pueblo argentino. Por un lado, el desgobierno y el fracaso absoluto de las políticas de seguridad a escala nacional y provincial que se cobra una vida
inocente y que deja a una familia, a sus compañeros de trabajo y a una comunidad, totalmente desolados. Por el otro, el hartazgo y la bronca de muchos argentinos que se sienten desamparados y burlados por las autoridades y que recurren a la violencia – algo que siempre cuestionamos y seguiremos cuestionando – para expresar su malestar y esa sensación de destrato con la que convivimos diariamente.
Desde la Unión Cívica Radical llamamos a las cosas por su nombre. En primer lugar, nos solidarizamos con la familia y los afectos de Daniel Barrientos, padre abnegado y trabajador, a punto de jubilarse, que es salvajemente asesinado en su puesto de trabajo. Este homicidio nos llena de dolor y de impotencia y demuestra el estado de abandono en la que se encuentran las y los bonaerenses por parte de un gobierno que no solo, no atiende los reclamos de quienes sufren la inseguridad a diario, sino que promueve – forzando las leyes vigentes – privilegios para los delincuentes. La liberación de condenados en la pandemia, la conversión de las cárceles en ámbitos de “co working “de personas condenadas con sentencia firme para que sigan organizando la comisión de delitos, la falta de idoneidad para tomar medidas de seguridad con los choferes del transporte público – como la instalación de cabinas de seguridad y/o la instalación de registros biométricos para pasajeros-, son algunas de las pruebas irrefutables de este desgobierno.
En segundo lugar, hacemos un llamado de atención a las autoridades nacionales y provinciales. Si siguen en el camino de negar las problemáticas sociales, si continúan burlándose de la gente aseverando que la inflación es menor, que la inseguridad es una sensación, que la educación no está en crisis, van a seguir erosionando nuestro sistema democrático. Con mentiras, con manipulaciones y con soberbia – como lo hacen a diario -, solo se alimenta el descreimiento en las capacidades estatales.
Por último, queremos compartir nuestro mensaje con la ciudadanía y con quienes sufren la exclusión, la pérdida de seguridad, la debacle de la educación y la salud, la inoperancia gubernamental en todas sus formas. La superación de los problemas que más nos duelen y que no pueden esperar, es siempre con diálogo, con responsabilidad y en paz.
Por más provocaciones que suframos, por más indignación que nos atraviese, el único camino posible para encontrar soluciones es a partir de la convivencia y en el marco de las leyes. Sin gritos, sin supuestos salvadores mesiánicos y con las herramientas que nos brinda la democracia.
Comité Provincia de la UCR