A raíz de la nueva iniciativa de la Dirección de Bromatología Municipal, otros cinco perros del albergue canino municipal consiguieron hogar. «Nos pone felices que la gente pueda darle una oportunidad a los perros», expresó Soledad Galíndez, a cargo de Bromatología.
Durante la última calle libre realizada en la plaza principal, el stand de Bromatología sumó (además del corral con los perritos), un monitor en el que se visualizaban los demás caninos que esperan ser adoptados para conseguir el calor de un hogar y, además, descomprimir el albergue para que vuelva a ser de tránsito.
«Si bien en el albergue no les falta comida, atención, ni nada, le falta lo más importante que es el afecto de una familia. Así que estamos felices«, expresó Galíndez, quien además contó que las mascotas van con un contrato de adopción responsable -los adoptantes son visitados a los dos meses para corroborar las condiciones en que tienen a los perros- y una bolsa de alimento de regalo.
Además, Galíndez adelantó que, ante el cierre de la edición 2020 de las calles libres, «la idea es trabajar con las áreas que salen con los servicios a la comunidad a la calle: puede ser ECO canje, CAPS móvil, y eventos que pueda realizar la Subsecretaría de Cultura«.
