El 5 de abril del 2019, Natasha Ibarra fue encontrada ahorcada en su vivienda. La causa comenzó a investigarse como «averiguación de causales de muerte», fue iniciada por la Fiscal Patricia Hortel y hoy se encuentra en La Plata, encaminándose a un juicio contra los familiares de la ex pareja -preso por violencia de género- por instigación al suicidio: «Están reviendo el caso para ya sacar fecha de juicio. La defensa de la otra familia había pedido la anulación por falta de pruebas, y se los rechazaron«, contó Jesús Ibarra, padre de Natasha.
Alejandra Echeverría y Jesus, los padres de la joven, afirman junto a una serie de pruebas contundentes, que su hija fue inducida al suicidio: «Sabemos por la abogada Novella que el caso de Natasha pasó a La Plata. Fuimos una sóla vez a Fiscalía y nunca más. Es decir que todavía no sabemos los resultados de la autopsia de Natasha, seguimos como el primer día: sin saber nada. Lo poquito que sabemos es por Novella, quien brinda asistencia a la víctima, porque en Fiscalía siempre te daban audiencias en tiempos muy largos«.
«La abogada fue dos o tres veces y tampoco nunca la atendieron en Fiscalía, o siempre ‘así nomás’: porque los papeles ya no estaban, porque pasaban a Comisaría… Siempre pasaba algo. Pero sí sabemos que los resultados de lo que son las pericias y todo eso están, por lo poco que puede fijarse a través de la computadora«, contó Alejandra, quien agregó:
«Todo indicaría que ella se ahorcó sola, pero por qué motivo no sabemos. Sabemos que han vuelto a citar a declarar a dos o tres vecinos más; hay una abuela que dijo que veía cosas, también las chicas de la Unidad de Género».
Luego, Jesús y Alejandra recordaron los inicios de las denuncias: Natasha denunció por violencia de género al padre de sus dos hijos, Alan Celeri, en 2017. «Nosotros nos enteramos que Natasha había denunciado a Alan cuando ella murió, no sabíamos porque ella se guardaba todo, no contaba nada», aseguraron.
«En 2018 intervine yo, Alan cayó preso y ella hizo ese video famoso -en el cual pedía por la liberación de su ex pareja-. Tanto Priscila como Marisa -familiares de Alan- amenazaron de muerte a Natasha en esa época: y cinco meses les llevó cumplir las amenazas. Ella ahora está muerta», recordó Alejandra, entre gestos de desolación.
Por último, Alejandra y Jesús contaron cómo siguió la vida de los dos pequeños hijos de Natasha, quienes van al psicólogo dos veces por semana: «Es difícil ponerse a pensar en todas las cosas que se pierde Natasha. Benjamín terminó el año pasado el jardín, intentamos ser fuertes pero no pudimos».
«Es difícil el día a día, que ellos sigan preguntando ‘abuela, ¿qué pasó con mi mamá? ¿Quién le hizo daño a la Tita?’, porque son chiquitos. No les puedo decir la verdad. Ellos creen que su papá sigue trabajando en una cárcel, no saben que está preso ni tampoco se los quiero decir porque ya demasiado tienen con su mamá. Ian va al cementerio y te parte el alma, porque abraza un pedazo de mármol sabiendo que está su mamá ahí adentro. Eso me parte, porque me gustaría que él esté con su mamá», agregó entre lágrimas la abuela de los niños.
«El 24 de marzo es el cumpleaños de Natasha, tenemos que ir a llevarle un ramo de flores en vez de decirle: ‘Vení hija, vamos a compartir, no sé, unos fideos blancos’. Pero aunque sea pasarlo con ella acá. Y ya no lo vamos a hacer, no vamos a hacer más nada con ella. Y es difícil».