En estas fechas solemos recordar y hasta citar la historia de nuestra ciudad, desde fechas bastantes alejadas hasta otras más recientes. Nos estaríamos preparando para algún festejo o evento conmemorativo pero sin embargo, hoy eso no es posible. No por Saladillo, la provincia o el país sino ya por el mundo que se vio afectado por una pandemia que puso, y está poniendo a prueba, a los distintos países pero también a la humanidad y la forma en que se había configurado el mundo actual.
En este marco, el Saladillo que hoy vivimos, requiere de nuestro mayor esfuerzo y solidaridad con aquel comerciante que aún no puede trabajar, con ese trabajador cesanteado o suspendido, con el empresario que quiere mantener su PyME pero no encuentra salida, con aquel que contrae Coronavirus y necesita del sistema de salud, del Estado, pero también de todos nosotros, sus convecinos.
El que trabaja desde el primer día hasta la última actividad habilitada, el que va a hacer las compras, el que sale a hacer ejercicio físico, el que va pasear, puede colaborar respetando las indicaciones y los protocolos dispuestos. Con ello se disminuye muchísimo la posibilidad de contagio. Yo veo muchos saladillenses, la mayoría en realidad, que se cuida y cuida a los demás. Por eso digo que somos más los saladillenses que priorizamos la vida. Debemos ser conscientes, y fundamentalmente en Saladillo, que tenemos la posibilidad de movernos y participar de diversas actividades, que debemos defenderla cuidándonos mutuamente.
El empuje que caracteriza a los saladillenses, se vio transformado en solidaridad con los voluntarios en los puestos de control, con quienes hacen comida y la reparten, con quienes colaboran en asistir a los que más lo necesitan, con el vecino que le hace las compras al abuelo de al lado y un innumerable listado de casos más.
Celebremos un nuevo aniversario de la ciudad reafirmando una vez más nuestra solidaridad con el prójimo. Con aquel que vio deteriorada su economía, con el enfermo que necesita de nosotros y no que lo discriminen, con el trabajador de la salud que cada día se levanta sin saber si hoy le tocará enfrentar la enfermedad cara a cara, con el que tiene un actividad esencial y con quien tiene otra; con todos, porque aquí la mayoría ha puesto y pone lo mejor de sí, para salir adelante.
Por esa solidaridad y empuje es un orgullo ser saladillense, y con todos quiero celebrar y que a la distancia, digamos juntos FELIZ CUMPLE SALADILLO.
Alejandra Lordén