La quema de caucho ocasiona desastres ecológicos y perjuicios a la salud de las personas y suelen utilizarse para hacer llamativas, las demandas del sector movilizado. Claro está que no es objeto de la presente, coartar la libre expresión de los habitantes manifestándose en las calles, sino que lo hagan respetando la salud y los derechos ambientales de los demás.
Como ejemplo del daño que causa, la diputada explicó que en un organismo sano el índice de depuración de la contaminación es cercano al 99%, es decir que sólo el 1% es asimilado por el cuerpo. En tanto, cuando la contaminación es por quema de cubiertas el cuerpo sólo puede deshacerse de un 50% de los químicos ingeridos.
“Estudios realizados en el aire alrededor de la quema de neumáticos durante las manifestaciones públicas, demostraron que se expone tanto a los manifestantes como a un gran número de residentes cercanos a las mismas a la inhalación de niveles muy elevados y peligrosos de sustancias irritantes, alergénicas y cancerígenas” continuó Lordén.
El proyecto no solo prohíbe la quema sino también el depósito de neumáticos deteriorados y/o en desuso en lugares no autorizados. A su vez, prevé la creación de un Órgano de Control, Recolección y Reciclado de Neumáticos que establezca o realice los procedimientos que protejan el medio ambiente y la salud humana.
“Debemos replantear las metodologías de reclamos, sin cuestionar la legitimidad de los mismos. Debemos pensar que los derechos de uno terminan al comenzar los del resto de la comunidad, y en estos derechos básicos tenemos el derecho a la salud y el de poder gozar de un ambiente sano.” concluyó Lordén.