Los concejales del Frente de Todos aprobaron la rendición de cuentas enviada por el Departamento Ejecutivo del Municipio, correspondiente al ejercicio del 2019. De todas formas, la oposición sugirió algunas pautas a tener en cuenta referidas a la falta de previsibilidad para afrontar contingencias como las que nos toca; el aumento no escalonado en las tasas municipales; los programas que se proyectan, no se ejecutan y se redestinan los fondos; la distribución del presupuesto en las diferentes áreas.
“Lo que se sugiere tiene que ver con cuestiones políticas, esencialmente. Es lo que la oposición propone en la gestión de un gobierno. Sabemos y somos conscientes de quién es y quién toma la decisión de gastar de una determinada manera, pero este es el ámbito en el que tenemos la posibilidad de hacer el aporte que desde nuestro lugar nos toca”, expresó Mancini.
“Este bloque de concejales entiende que gobernar es priorizar políticas públicas y ejecutarlas, la Rendición de Cuentas muestra en números no solo el ‘cómo’ sino el sentido de las formas de gobernar”, agregó Marcelo Pereyra.
De todas formas, Danilo Mengarelli destacó: “A pesar de aún ser un poco alto el porcentaje de la deuda flotante, ha disminuido respecto al año anterior, y a pesar también de lo malo que fue el 2019”.
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Si bien la rendición corresponde al ejercicio municipal del 2019, Pereyra relacionó cómo puede afectar en el presente: “Las contingencias, lo inesperado, llega cada tanto: es, por lo tanto, tarea de las buenas administraciones, estar preparados para esos eventos. El Estado, cuyo inmenso valor se pone en manifiesto en estos días, debe estar preparado para esas contingencias. En este caso, hablamos del Estado Municipal”.
“Siento la necesidad de remarcar lo obvio para no ser malinterpretado: toda la organización municipal está puesta al servicio de los vecinos de Saladillo. Pero, en esa organización, hay áreas que se abocan principalmente a lo administrativo (Legal y Técnica, Hacienda); hay otras que lo hacen a tareas de infraestructura, mejoras, mantenimiento (Obras Públicas); y, por último, hay áreas que se focalizan en lo social (Desarrollo Humano, Salud Pública, Cultura, Desarrollo Local)”, diferenció Pereyra.
“Si convenimos en estas tres grandes áreas, podemos decir que el Municipio de Saladillo es equilibrado: destina, aproximadamente, un 27% de sus gastos a lo administrativo; un 30% a lo social; y un 43% a lo que es infraestructura urbanística. En un gráfico circular, estaría dividido en tres porciones relativamente circulares”, continuó el historiador.
En ese sentido, Pereyra agregó: “Y aquí es donde nosotros planteamos una concepción política de la administración distinta, que año tras año venimos proponiendo. Para nosotros, el gráfico de los gastos debe tener forma piramidal, con una parte superior -en la que la pirámide se afina- destinada a lo administrativo; una parte media -en la que la pirámide se ensancha- dedicado a infraestructura urbana; y una fuerte base, sólida, ancha, destinada a lo social”.
En síntesis, expresó: “La base sólida en lo social es lo que nos va a permitir afrontar con mayores posibilidades de éxito esas contingencias inesperadas que, cada tanto, ocurren. Y que ahora nos está sucediendo con la pandemia del Coronavirus”.
Además, Pereyra también hizo referencia a los programa de transferencias que “se traduce en ayuda a instituciones que vuelcan sus esfuerzos en un sostén social, en el que muchas veces el Estado está ausente o su presencia es deficitaria: estas instituciones suplen ese error, contando para ello con la colaboración de muchos vecinos que, con buena voluntad, destinan buena parte de su tiempo. Muchas instituciones son el hogar, el techo, el alimento y la salud para los vecinos que concurren en ellas” y ejemplificó con el Hogar de Ancianos, el Hogar Golondrinas, la Casita de la Vía, entre otros. “A la hora de fijar prioridades, estas instituciones deben estar primeras”, remató el concejal.
De todas formas, Pereyra aclaró que está convencido que “no es mucho lo que se destina a Cultura, sino que es poco lo que se destina a Salud y Desarrollo Humano”, haciendo una comparación entre los presupuestos de cada área.
En cuanto al área de Desarrollo Humano, Pereyra expresó: “Con la llegada del Coronavirus y sus consecuencias sanitarias, económicas y sociales, su situación se ha visto agravada y muchos, que tenían trabajo para llegar a fin de mes, ya no pueden hacerlo como consecuencia a la cuarentena. Las más de 2000 familias que han recibido ayuda del Comité de Emergencia son la prueba de esto”, dijo Pereyra, quien además admitió que: “Me impactó mucho este número”.
Por último, sintetizó: “Veo la necesidad de fortalecer esta área. Una administración municipal debe ser previsora ante los imprevistos que alguna vez llegan. En definitiva, una vez más, instamos a recomponer el gasto que se está haciendo en lo social como algo prioritario”.
María Mancini, en tanto, cuestionó las obras o programas que se presupuestan, se proyectan y finalmente se desvían los recursos: puso como ejemplo al programa Tito Ferrario, Susana Esther Soba, promoción de patrimonio; entrega de materiales de construcción; una obra en el recinto Honorable Concejo Deliberante, otra de desagües pluviales; apoyo en microemprendimientos, entre otros.
“El hecho de cómo se gastó, el equilibrio o no en términos económicos que tenga un Municipio, puede generar situaciones más dificultosas para enfrentar una situación de emergencia tan inesperada y de tal magnitud como la que estamos enfrentando, porque compromete la salud y la situación social y económica de miles de familias de la ciudad”, expresó Mancini.
A su vez, Danilo Mengarelli remarcó otra de las cuestiones que preocupó a la oposición, que es el aumento no escalonado de los impuestos municipal y la baja de los recursos que ingresan por esta vía: “Dándole una segmentación al aumento de las tasas quizás se pueda llegar a mejorar la cobrabilidad. En los últimos, cuando se aumenta a todas las tasas un porcentaje excesivo, lo que único que logró es que se reduzca la cobrabilidad: por eso digo que, muchas veces, un aumento menor lleva a que la cobrabilidad aumente la recaudación”.
“Se ve claramente que el mayor peso de los ingresos fue de los recursos provinciales, representando cerca del 59%; los recursos municipales, el 35%; y el restante 6% de la Nación. Es acá donde decimos que es importante trabajar en la planificación de los recursos municipales, porque representan un 35%”, expresó Mengarelli.
Además, Mengarelli admitió que “se continúan observando metas no alcanzadas, en las que las causas operativas de los desvíos no siempre son justificadas desde una política de previsibilidad y eficiencia, dado que hay programas que no se desarrollan plenamente en los últimos años”.