El hit noventoso del dúo español Los del Río volvió al ruedo en las últimas semanas gracias a su aparición en una escena memorable de “El caso de Richard Jewell”, la última película de Clint Eastwood. El nacimiento de un tema que hizo mover a multitudes gracias a su popular coreografía, el uso en la campaña por la reelección de Bill Clinton y la dura vida actual de la musa inspiradora de una de las canciones más escuchadas del planeta
Son miles de cuerpos en movimiento. Nadie quiere perderse la fiesta y se sacuden como zombies sonrientes. La mirada sutil de Clint Eastwood los muestra divertidos, pero con un dejo de zozobra; en cualquier momento puede pasar algo en ese ritual desacompasado. Se trata de una de las escenas del comienzo de El caso de Richard Jewell, el último largometraje del director estadounidense, donde el cineasta recrea el atentado que tuvo lugar en el Centennial Park de Atlanta, durante los Juegos Olímpicos de Verano en julio de 1996, que causó la muerte de dos personas. Antes del horror, en ese lugar dedicado al esparcimiento de los espectadores y de los propios atletas, una multitud se mueve al ritmo de Macarena, el hit global creado por el dúo español Los del Río, que en la década del ‘90 hizo bailar al planeta.
La canción, que invita a una joven a darle alegría a su cuerpo, tuvo un curioso nacimiento. Pero para llegar hasta él es necesario remontarse hasta fines de los años 60, cuando dos amigos de Sevilla, España, llegan a la capital de su país para probar suerte en el mundo del flamenco. Son los artistas Antonio Romero y Rafael Ruiz, que de a poco comienzan a crecer en el rubro hasta consagrarse. En sus comienzos, cuando compartían tablaos de flamenco con celebridades como Lola Flores, se hacían llamar Conjunto Los Ríos.
“Ese era nuestro nombre, pero un día nos llaman y nos dicen: ‘¿Puede localizar a Los del Río?’. Oye, Los del Río suena hasta mejor, pensamos. Nos quedamos con eso. Sin dudarlo. Aquello fue en una etapa del Madrid maravillosa, en los 70″, explicó sobre sus comienzos Romero en una entrevista televisiva.
Con el tiempo llegaron a recorrer gran parte de su país y de Latinoamérica con composiciones alegres y rítmicas.
Fue a comienzos de la década de los ‘90 en Caracas, cuando durante una fastuosa fiesta que tuvo lugar en la residencia del empresario venezolano Gustavo Cisneros –de la que participó el entonces presidente de aquel país Carlos Andrés Pérez–, conocieron a la musa inspiradora que los convertiría en un furor global. Se trataba de una impactante bailarina venezolana llamada Diana Patricia Cubillán Herrera. La joven, que además era profesora de flamenco, los deslumbró con sus movimientos mientras el dúo, que había sido contratado para la ocasión, interpretaba su música.
Según contó en numerosas entrevistas la bailarina, fue tal el magnetismo con los españoles y la emoción que sintió el público que el propio mandatario le ofreció una beca para que fuese a perfeccionarse a España. Poco después, ilusionada, la joven se acercó hasta el Palacio de Miraflores, sede del gobierno venezolano, a reclamar lo que le habían prometido. Pero no tuvo suerte: el presidente la ignoró. Ella, sin embargo, viajó a Europa de todos modos.
Meses después, de regreso en su país, la joven volvió a coincidir con Los del Río, que esta vez tocaban en el Hotel Eurobuilding de Caracas. Sin saber si los sevillanos la recordarían, decidió escribirles un mensaje en una servilleta de papel. Los músicos recibieron el recado y, por supuesto, se acordaban de ella. Entonces la invitaron a subir al escenario a participar de otra actuación deslumbrante.
Aunque con el tiempo las versiones difieren (algunos dicen que las célebres líneas habían nacido en la fiesta privada meses antes, otros que la inspiración surgió en ese show), el dúo le dedicó la frase “dale a tu cuerpo alegría Magdalena”, según explicaron después, porque aquel era un nombre que rimaba con “cosa buena”. Los hombres después completaron su creación con otras estrofas –que hablan de una joven que engaña a su novio “de apellido Vitorino” con unos amigos– y llegaron a España con la intención de registrarla. Allí se encontraron con que ya existía una composición llamada Magdalena del cantante mexicano Emmanuel y optaron por cambiar la suya por Macarena.
“Empezó como Magdalena, pero como yo tengo una hija que se llama Esperanza Macarena, decidí que se le iba a poner así. También es verdad que le puse Macarena porque la virgen de la Macarena me dijo en un sueño que en nuestras voces iba a ser el nombre más famoso del mundo de la historia”, relató Romero en una entrevista televisiva en 2017.
Éxito y un baile muy especial
En 1993 el dúo Los del Río editó el disco A mí me gusta, que tenía como corte de difusión la primera versión de Macarena, en tono 100 por ciento flamenco. El éxito en España fue inmediato: primero ocurrió en la popular Feria de Sevilla y luego en todo el país. A medida que la difusión crecía, empezaron a bailar por todos lados y llegó la célebre coreografía que se hizo mundialmente conocida.
“Yo me inventé el baile con Rafael y con Concha Velasco en los programas que tenía Concha en Antena 3”, dijo Romero sobre los inicios de aquel ritual que luego sería replicado por todo el planeta, un brazo adelante, el otro, uno que cruza, el otro y así hasta el “ahhhh” final.
La tapa del disco de 1993 que tuvo la primera versión de
La tapa del disco de 1993 que tuvo la primera versión de «Macarena»
Era tal el furor que un grupo de empresarios musicales les propuso hacer una versión disco del tema, una especie de remix, con la idea de hacerlo crecer todavía más. Entonces convocaron al grupo español Fangoria, liderado por la célebre Alaska. Pero hubo un litigio judicial: “Nosotros hacemos una remezcla y esa remezcla vuelve a triunfar en España”, señaló la artista en una entrevista con la edición española de Vanity Fair. “Entonces en Miami, de repente, unos productores toman nuestra remezcla y añaden unas voces. No es que sea otra remezcla, ¡era la nuestra! Eso llegó al Tribunal Europeo, pero está desestimado, así que no hay nada que hacer. Pero esto no es culpa de Los del Río, ¡ellos no encargaban sus remezclas! Es la discográfica la que lo hace. De hecho, ellos mismos dicen que el éxito de la canción fue un milagro de la virgen de la Macarena”, concluyó Alaska.
Los del Río, lejos de polemizar, siguieron presentándose por varios escenarios del mundo. Con la nueva versión de Macarena, que contenía estrofas en inglés, más la coreografía pegadiza el suceso parecía imparable: llegaron a estar 14 semanas seguidas en el primer puesto de los rankings estadounidenses.
«Alegría y cosabuena», otra placa del dúo tras el éxito de su hit
“Los Beatles hicieron montones de números 1, pero nosotros con solo uno estuvimos 14 semanas en Estados Unidos dándolo todo. Mariah Carey y Whitney Houston relegadas al segundo puesto”, recordaron felices los españoles.
“Macarena se ha convertido en un conjuro universal para bailar”, definió por aquellos años José María Cámara, presidente de la discográfica BMG España. Para algunos expertos, se trataba de un fenómeno comparable al de la lambada, el ritmo brasileño que tiempo atrás lo había invadido todo: un baile simple que convocaba a multitudes.
En los Estados Unidos, Macarena no paraba de sonar. Hasta que llegó un nuevo impulso que le dio todavía más empuje al tema a mediados de los ‘90. Primero fue el equipo estadounidense de gimnasia rítmica que usó la canción en una presentación durante aquellos Juegos Olímpicos de Verano de Atlanta, que se reconstruyen en la reciente película de Clint Eastwood.
Macarena en campaña
Unas semanas después, en agosto de 1996, la composición llegó a sonar en un lugar inesperado: la convención del Partido Demócrata de 1996 que postulaba a Bill Clinton a ser reelegido como presidente de su país.
Ocurrió por primera vez en la ciudad de Chicago, donde un grupo de partidarios y la propia Hillary Clinton se movió al ritmo de la melodía. Incluso Al Gore -entonces vicepresidente y candidato- mencionó a Macarena durante su discurso frente a una multitud y bromeó sobre el tema. Como era de esperarse, la composición fue elegida luego para musicalizar toda la campaña. Para algunos analistas, la elección no fue ingenua: el hit, por sus orígenes españoles, mostraba a los demócratas como un partido multicultural, alegre y juvenil.
En 1996 hasta Hillary Clinton se animó a seguir los pasos de la coreografía de «Macarena» en una convención de su partido
Su importancia fue tal que la propia inspiradora de la canción pudo conocer a los Clinton durante un viaje oficial que la pareja hizo a Caracas en aquellos tiempos de gran repercusión. Fue el mismísimo mandatario quien pidió que Diana Patricia bailara el tema durante el encuentro, que quedó inmortalizado en una foto que la artista todavía conserva.
El impulso de Macarena le ayudó a la bailarina a difundir su arte y a abrir su propia academia en el centro de Caracas, que se mantuvo con éxito durante un par de décadas, hasta que se desató la crisis que azota al país en los últimos años.
“Estamos viviendo los momentos más críticos como país. El caos en todos los sentidos. La alimentación, la salud… La inflación aquí va por horas. Un cartón de huevos tiene un precio por la mañana. El mismo cartón por la tarde, no es que se haya encarecido uno o dos bolívares, es que ha subido 6.000 bolívares”, señaló la bailarina en una entrevista con El Español en mayo de 2019.
Poco después, aseguró que planeaba irse de su país, pero por el momento sigue con su estudio de flamenco en El Cafetal, Caracas.
Los del Río, en tanto, siguen activos. Desde aquellos años de furor hasta ahora, siguieron presentándose en varios países y, gracias a Macarena, llegaron a conocer a personalidades como el Papa Juan Pablo II, Teresa de Calcuta, la familia Real Española o el rey de Jordania y a tocar en lugares impensados.
«Estamos viviendo los momentos más críticos como país. El caos en todos los sentidos. La alimentación, la salud… La inflación aquí va por horas», dijo la artista sobre la actualidad de Venezuela (@lamacarenadelmundo)
De ser dos sevillanos que buscaban hacerse conocidos con sus canciones alegres pasaron a convertirse en celebridades de su país y a protagonizar, incluso, algunas polémicas mediáticas. En diciembre pasado, por caso, un joven que durante años luchó para que Ruiz, uno de los miembros del dúo, lo reconociera como su hijo logró que un juez sometiera al artista a hacerse análisis para confirmar la filiación. El ADN dio positivo y el músico deberá resarcir económicamente a su hijo, que tiene 30 años y nació con una deficiencia visual severa.
Mientras tanto, con más de 4700 versiones y millones de discos vendidos, además de miles de reproducciones en las plataformas de streaming, Macarena sigue siendo uno de las más escuchados del mundo.
Los españoles junto al rapero Tyga, quien se animó a hacer una nueva versión de
Después de sonar en estadios, teatros, actos escolares; después de ser usado en campañas y hasta para la rehabilitación de personas con problemas motrices; después de que lo bailaron alrededor del planeta personas de todas las edades vuelve a vivir.
A fines de 2019 quien se animó a retomarla fue el rapero Tyga, que invitó a Los del Río a participar con él de un video e hizo una particular reversión.
Como una fiesta infinita, el ritmo, la coreografía y el remate final de la canción, con su memorable “ey, Macarena, ahhhhh”, parecen no agotarse nunca.