El escándalo en el examen de residencias destapó un sinfín de irregularidades que las autoridades competentes vienen cometiendo hace bastante. Acá no hay nada nuevo.
Primero lo fundamental: estamos hablando de la formación de los profesionales de la salud que atienden en nuestros hospitales. Es una instancia clave para que el sistema de salud funcione y pueda absorber la demanda.
Ayer a más de 10 mil médicos se les colgó el sistema repetidas veces, muchos ni siquiera pudieron ingresar, y por si fuera poco, la plataforma se habilitó más tarde de la hora pautada.
En 2020 ya hubo fallas notables en la organización del examen, pero ahora, con más de un año y medio de pandemia a cuestas, batieron todos los récords. Hace poco se filtraron claves de los usuarios del sistema, retrasaron la evaluación dos veces y el simulacro de este domingo no funcionó.
Es imposible leer esto de forma aislada; la negligencia con que gestionan la pandemia, la corruptela que armaron para vacunar primero a los amigos y el incumplimiento de las restricciones que ellos impusieron, tiene su correlato en el desprecio por la formación de las personas que invirtieron años de su vida para cuidar a otros.
Y cuando vemos que están volviendo los espectáculos masivos, que la gente vuelve a las canchas a ver fútbol, pero que no son capaces de organizar un examen para 10 mil médicos, el desconcierto es completo. Gobernar es priorizar: queda claro que para el oficialismo la salud pública no está en la agenda.
Alejandra Lordén
Diputada Provincial
Vice Pte. Comité Nacional UCR