El anuncio del Intendente lo recibí con una sensación que es difícil definir, quizá podría decir que sentí tranquilidad, no sé si ese el termino exacto. Lo que sí sé es que fue bienvenido para muchos en los que me incluyo.
Si bien diversos vecinos se acercaron en aquel momento para expresar su adhesión a mi opinión y a la decisión de haberme expresado en contrario sobre aquel anuncio del Intendente,ahora con la novedad que nos daba José Luis Salomón, pude corroborar una vez más que no había sido imprudente cuando desde mi lugar de concejal decidí tomar la voz pública de muchos saladillenses que considerábamos que se estaba equivocando al darle un nombre a La Municipalidad.
A veces no es agradable fundamentar desde los opuestos, pero sí es necesario y de absoluta responsabilidad realizarlo, tomar partido, decir, oponerse desde fundamentos lógicos, para si es posible lograr revertir algo que causa malestar porque se entiende como erróneo.
También me referí en aquel momento a la necesidad de construir consensos antes de tomar determinaciones que involucran nuestra historia y nuestra identidad, preguntando si el Intendente se había sentado a consultar con distintos sectores políticos, de entidades sociales, y con las personas nominadas.
Sabía que no lo había hecho, pues la reacción de rechazo fue casi inmediata desde diferentes ámbitos.
Rechazo o descontento reconocido por el Intendente y motivo en el que se fundamentó para echar atrás el controvertido anuncio.
Y por ello también es que retomo lo que dije respecto de mis desafíos y sueños, en la necesidad de dar nuevas batallas en las formas de hacer política, pues quienes tenemos esta responsabilidad debemos dar muestras de cambios que incluyan “haceres” y posturas de cercanía con la realidad y con el pueblo que nos otorga este lugar y este privilegio, eligiendo practicas despojadas de oportunismos y dobles discursos según quienes sean los protagonistas.Dije,con simpleza y con firmeza, que no es lo mismo que decir con liviandad y autoritarismo.
Y es aquí, almenos en este sentido, que veo en José Luis un gesto político que no dudé en reconocer y al instante que terminó su alocución, despojándome otra vez de prejuicios me acerqué y le expresé mi satisfacción con un sincero abrazo.
No vivimos hoy, un clima ajeno a múltiples preocupaciones, que tienen que ver con los destinos de nuestro país, una vida cotidiana de muchos argentinos, que observan como cada día se lespresenta con mayores dificultades. Un 25 de Mayo, quizá teñido de cierta tristeza, porque se vive una realidad económica y social que imprime de incertidumbre el querer proyectar una Patria más justa, más igualitaria, más equitativa, y por todo esto también más soberana.
Es así que el Intendente José Luis Salomón, con este gesto, reitero, nos despojó de una tensión innecesaria en este difícil contexto.
Nuestra Municipalidad no va tener nombre.
Es La Municipalidad de Saladillo, es La Municipalidad como la nombramos los saladillenses, y así queremos seguir nombrándola.
