Haydeé García tenía 88 años y vivía cerca del lugar en el que fue encontrada. Los detalles de un viaje a Neuquén y otro a Mar del Plata que aún no pudo comprobarse
El miércoles por la mañana, a la vera de una zanja de la calle 232, entre Güemes y Levene, en la localidad de Lobos, provincia de Buenos Aires, un vecino descubrió el cuerpo de una mujer muerta. Había sido ahorcada y luego calcinada. En las últimas horas, la policía bonaerense confirmó que la víctima es Haydeé «Tota» García, de 88 años, quien vivía a pocas cuadras del lugar en el que la arrojaron.
Los vecinos aseguraron no recordar un crimen tan brutal. Los primeros resultados de la autopsia revelaron que la víctima murió por «asfixia por ahorcamiento». Sin embargo, García también fue quemada, hecho que confundió a la policía científica al momento de indagar el cuerpo. Las arrugas de su cara, que denotaban la edad de la mujer, fueron confundidas con falsas quemaduras, por lo que se creía que García no tenía más de 40 años.
La fiscal Patricia Hortel, de la UFI N° 2 de Saladillo, tomó diversos testimonios. El más relevante es el del nieto de García, Cristian Alejandro Jaimerena, de 42 años, también oriundo de Lobos. El hombre vivía con su abuela y declaró: «Estaba en Mar del Plata y ella quedó sola en la casa. El martes me llamó Ivana, la vecina, para decirme que mi abuela no estaba en casa y tampoco atendía el teléfono».
Jaimerena respondió que su abuela lo había llamado para decirle que se estaba yendo de la casa hacia Neuquén, en donde vive uno de sus hijos. También que le dejaba dinero sobre la mesa y que arrojaría las llaves por la ventana. Jaimerena sostuvo que regresó el lunes por la noche y que allí comprobó que su abuela no estaba en la vivienda.
Fue el nieto quien aportó la fotografía que le permitió a la policía constatar la identidad de García. Los anteojos y el pelo sirvieron para ratificarlo. Hortel decidió incautar el celular de Jaimerena, ya que a la fecha aún no logró comprobar que el nieto de la mujer haya estado en Mar del Plata.
El domicilio de la víctima también quedó resguardado: allí todo estaba en su lugar, por lo quese descartó un robo en la vivienda. También se peritaron dos vehículos: el de Jaimarena y el del vecino de García. No se encontró nada.
Los primeros informes forenses indicaron que presentaba lesiones en el rostro, más precisamente en el costado derecho de la frente, en un ojo del mismo lado y en la mandíbula. Se identificó por las huellas de la mano izquierda, ya que la derecha fue arrancada por animales de la zona.
Junto al cuerpo hallaron ropas quemadas, una sandalia (la otra la tenía puesta), restos de un bidón de plástico calcinado, un par de anteojos con aumento y algunas manchas de sangre.
A un metro del cuerpo se encontró un montículo de basura quemado, con ramas y hojas del cañaveral cerca del que estaba también afectado por las llamas. Estos datos hacen suponer que el cuerpo podría haber sido quemado en la zanja donde fue encontrado.Hasta el momento, la fiscal no determina ninguna persona sospechosa o apuntada.