Tras el corte de ruta
Como Saladillenses hemos vivido una situación que nos debe interpelar como ciudadanos. En momentos en los que se nos demanda la máxima solidaridad entre nosotros, con el objetivo de cuidarnos y solidarizarnos para preservar la vida, afloró el enojo y la impaciencia en este grave momento que estamos atravesando.
Cuando desde el Estado Municipal se tomó la decisión de limitar los ingresos a la ciudad con montículos de tierra, y dejar solo abiertos algunos, fueron pensados como una estrategia para cuidarnos entre nosotros, estableciendo un orden de prioridades entre los cuales estaba la cuestión económica para sostener los controles, ya que de 8:00 hs. a 20:00 hs. están cubiertos por un grupo de personas, conformadas por funcionarios, concejales, legisladores, inspectores de tránsito municipal, voluntarios de Defensa Civil y particulares, personal municipal, policía local de Saladillo y policía de seguridad en el interior, como así también bomberos voluntarios en la localidad de Del Carril. Por otra parte por la noche, de 20:00hs a 8:00hs de la mañana, se tuvo que contratar seguridad privada, implicando una significativa inversión para el Municipio.
Los controles de ingreso y egreso al barrio 31 de Julio, fueron fijados, teniendo en cuenta lo antes mencionado, pero también pensando en darles prioridad y accesibilidad a los vecinos, y pensando en lo productivo y lo industrial, cuestiones que desde un inicio fueron exceptuadas. El camino que agilizaba toda esta actividad era el acceso Ulderico Cicaré, en consecuencia se planificó otro control en un punto equidistante en la avenida Saavedra para que los vecinos tengan la posibilidad de repartirse y movilizarse al centro de la ciudad.
Nuestra prioridad fue, es y seguirá siendo cuidar a los ciudadanos de nuestro partido. Hoy la vida de los seres humanos está en juego. Cada decisión que tomemos es definitoria para muchos. Por eso que el respeto a los controles es considerado una herramienta trascendente para protegernos.
Algunos vecinos, disconformes con la propuesta de los controles y exigiendo la apertura de un nuevo acceso en la Av. Moreno de los dos lados de la ruta, recurrieron a una instancia extrema, decidiendo cortar la ruta impidieron en ella la circulación, como así también por la avenida Mariano Acosta.
Como responsables de este Gobierno Municipal, evaluamos la gravedad a la que estaban expuestos los ciudadanos sobre la ruta 205 y también al peligro que se exponían saladillenses manifestándose, en el medio de una pandemia, fuera del marco que regula el actual Decreto Presidencial del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, y en el que eran pasibles de contagio en el caso que algún ciudadano padezca la enfermedad sin tener comprobación de los síntomas. Además, el corte de ruta obligó a desviar por la planta urbana el ingreso de vehículos provenientes de otras localidades, resultando posible que algunos de ellos provengan de lugares con circulación masiva del virus. En consecuencia se tomó una decisión transitoria para descongestionar lo que estaba ocurriendo y que nos permita como habitantes de esta querida ciudad recapacitar sobre lo ocurrido y actuar responsablemente entre todos.
Por ello, decidimos levantar el corte de Moreno en ambos lados, manteniendo el control con personal voluntario, fuerza de seguridad pública y seguridad privada, implicando mayores esfuerzos físicos y económicos en plena crisis, permitiendo por este acceso únicamente el paso de vehículos identificados con la oblea que certifica que son vecinos de nuestra ciudad.
Destacamos por parte del municipio, que si hoy, luego de casi 2 meses de cuarentena obligatoria, el virus no proliferó en nuestro partido, gran parte de esa realidad tienen que ver con los estrictos controles que se hicieron en los accesos.
Ojalá en algún momento se entienda que todo lo que se hizo, se hace y se hará, es con el fin de proteger la salud de nuestros vecinos. La salud de nuestro pueblo fue, es y será nuestra única finalidad.