Según explican los técnicos de la Estación Experimental Agropecuaria Cuenca del Salado del INTA en los pastizales naturales “la coexistencia de especies permite que, mediante el manejo, se puedan destinar potreros para diferentes usos a lo largo del año”.
Con el objetivo de fomentar su mejor uso desde el INTA se promueven estudios, al tiempo que se genera información dado que “con un manejo a conciencia del pastizal y un sistema de potreros es posible lograr una ganadería que sea altamente rentable y, a la vez, respetuosa del ambiente”.
La Unidad organizativa cuenta con equipos profesionales con una mirada de desarrollo territorial y equipos de investigación que focalizan sus esfuerzos en estudiar la producción ganadera y producción vegetal y, en función de ello, generan innovaciones tecnológicas para lograr sistemas productivos con mayor sustentabilidad. Los ejes del trabajo de esta Estación Experimental son producción vacuna, agrícola, lechera, apícola, manejo de pasturas y pastizales naturales, sistemas silvopastoriles, teledetección y sistemas de información geográfica. Al mismo tiempo, se está consolidando la producción porcina con proyección regional mientras que la ovina presenta condiciones para transformarse en un tema de gran relevancia.
Desde una perspectiva de producción conservacionista se procura “aprovechar la diversidad de los pastizales naturales y, al mismo tiempo lograr altos índices productivos conservando la biodiversidad y los servicios eco sistémicos”.
Para avanzar en los objetivos se prevé la incorporación de una nueva área de investigación aplicada en Ingeniería de BioSistemas. “Esta iniciativa permitirá generar conocimientos técnicos y científicos para encontrar soluciones sustentables a los problemas relacionados con los sistemas biológicos (agrícola, pecuario, hortícola, apícola y acuícola) utilizados en la producción de alimentos”, explican desde la Experimental.
La adopción de esta metodología de trabajo “permitirá estudiar nuevas tecnologías para asegurar la calidad e inocuidad de los alimentos y aprovechar en forma racional los recursos naturales a través de un manejo sostenible de todos los procesos productivos”.
En el centro este de la región pampeana se extiende la denominada “pampa deprimida”, término que pareciera tener que ver más con cuestiones psicológicas o emocionales que fisiográficas, por lo que desde la Experimental Cuenca del Salado del INTA se plantea trabajar con un “enfoque de sistema”.
Esta región está dominada por zonas de lomas, medias lomas, bajos dulces y salados que presentan suelos y vegetación característicos, constituida en general, por grandes paisajes de humedales, enfoque conceptual más amigable desde el punto de vista de sistemas ya que permite otorgar a estos campos un carácter funcional y fundamental como generador de servicios ambientales.
Según valorizan a la región los técnicos de la Experimental, “la importancia ecológica de la misma “no consiste en “extraerle al campo” el máximo de productividad sin importar lo que le suceda, sino que lo que requiere es un enfoque de sistema”. En este sentido, la premisa es articular y “hermanar” manejo conservativo con desarrollo económico, necesidad imperiosa para lograr estándares de calidad de producto con sellos de respeto ambiental y aseguramiento de la continuidad de los procesos y servicios eco sistémicos que estos campos producen.