La tiroides es una glándula con forma de mariposa que se encuentra en la base de tu cuello y libera las hormonas que intervienen en la regulación del metabolismo, los latidos del corazón, el crecimiento, la temperatura interna y mucho más. Así que, como puedes imaginar, cuando tu tiroides está fuera de control, pueden ocurrir muchos problemas en tu cuerpo.
Hay dos tipos principales de enfermedad tiroidea, hipotiroidismo e hipertiroidismo. El primero, el hipotiroidismo, ocurre cuando la tiroides no produce la suficiente hormona.
Esto puede suceder cuando la tiroides funciona mal, lo que se denomina hipotiroidismo primario.
El trastorno también puede ocurrir cuando la glándula pituitaria en tu cerebro no envía mensajes importantes a la tiroides que son necesarios para desencadenar la liberación de la hormona tiroidea.
Eso se llama hipotiroidismo secundario. En ambos casos, los síntomas incluyen aumento de peso, fatiga, depresión y sensibilidad al frío.
Por otro lado, cuando la tiroides libera demasiada hormona, se llama hipertiroidismo. Los síntomas son en gran parte opuestos a lo que sucede cuando no tienes suficiente hormona tiroidea. Puedes experimentar pérdida de peso, nerviosismo, irritabilidad, sensibilidad al calor y ritmo cardíaco irregular.
La enfermedad de la tiroides está controlada en gran medida por la genética, pero el estrés, las toxinas ambientales y la dieta juegan un papel importante.
Te vamos a compartir qué alimentos se sabe que exacerban la enfermedad de la tiroides porque ese es un elemento que está bajo tu control.
Es posible que algunos de estos te sorprendan, especialmente el número 4 porque tendemos a considerarlo como la comida más saludable.
1. Comida rápida
La glándula tiroides utiliza el yodo de nuestras dietas para crear las hormonas T3 y T4. De hecho, la tiroides es el único órgano que usa yodo. Hay muchas razones para evitar la comida rápida, pero cuando se trata de la enfermedad de la tiroides, el hecho es que este alimento contiene mucha sal, pero muy poco yodo.
En casa, obtenemos gran parte de nuestro yodo diario por la sal de mesa yodada, pero no es obligatorio que los restaurantes de comida rápida utilicen sal yodada en sus alimentos. Los estudios confirman que las comidas de comida rápida no aportan mucho yodo útil por todo el sodio que consumes.
2. Alimentos procesados
Al igual que la comida rápida, los alimentos procesados y envasados también contienen mucho sodio, pero rara vez utilizan sal yodada. Si no nos crees, comienza a revisar las etiquetas en la tienda. Muchos de estos productos, incluso los dulces, contienen más del 20% de la ingesta diaria recomendada de sodio en una “porción” (que probablemente sea menos de lo que normalmente comerías).
Una dieta que contenga demasiado sodio te pone en riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y presión arterial alta, y consumir sodio de alimentos procesados agrega muy poco o nada del yodo necesario. Es por eso que siempre es mejor preparar comidas frescas en casa y salarlas con sal de mesa yodada.
3. Trigo
La enfermedad celíaca es un trastorno en el cual el cuerpo no puede manejar el gluten en granos como el trigo, la cebada y el centeno. Por una razón que no es totalmente clara, las personas con enfermedad celíaca también tienen un mayor riesgo de trastorno de la tiroides. Entonces, si te han diagnosticado enfermedad celíaca, evitar el gluten será importante por muchas razones. No solo apoyará una digestión saludable, sino que también reducirá tu riesgo de desarrollar un trastorno de la tiroides.
Por otro lado, si no tienes enfermedad celíaca o alguno de los factores de riesgo (antecedentes familiares o ciertos trastornos autoinmunes), es posible que no te sirva de nada evitar el pan. La mayoría de las variedades ahora deben ser hechas con sal yodada. Solo asegúrate de consumir las versiones de trigo integral.
4. Soya
Hay un poco de controversia sobre la soya. Se ha considerado un sustituto saludable de los productos de carne, pero en los últimos años ha surgido evidencia que sugiere que la soya puede tener un efecto negativo en la función tiroidea. La soya puede afectar la capacidad de tu tiroides para absorber el yodo, por lo que si ya tienes una deficiencia, esto puede aumentar significativamente tu riesgo de desarrollar hipotiroidismo.
Sin embargo, muchos investigadores afirman que mientras no comas mucha soya ni tengas una deficiencia de yodo preexistente, no corres mucho riesgo de desarrollar una tiroides poco activa. La moderación es importante cuando se trata de la soya, especialmente si eres un hombre, ya que la soya también puede imitar el estrógeno en el cuerpo.
5. Organ Meats
La carne de órganos como el hígado, los riñones y el corazón han pasado de moda en los últimos años, pero pueden ser bastante buenas para ti. Estos cortes de carne menos populares ofrecen mucho ácido lipoico, que se sabe que reduce la inflamación y apoya la función cognitiva.
Desafortunadamente, el ácido lipoico también puede afectar la función de la tiroides si consumes demasiado. El ácido lipoico tampoco se recomienda para personas que ya toman medicamentos para la tiroides, ya que pueden alterar la función del medicamento.
6. Verduras crucíferas
Las verduras crucíferas, como el brócoli, el repollo, la coliflor y la col rizada, son muy saludables porque ofrecen mucha fibra e importantes vitaminas y minerales. Las verduras crucíferas son únicas porque contienen compuestos sulfurosos llamados glucosinolatos, y las investigaciones indican que los glucosinolatos tienen el potencial de combatir el cáncer.
Sin embargo, si tienes una deficiencia de yodo, puede ser mejor mantenerte alejado de los vegetales crucíferos. Se piensa que el proceso de digestión para esta categoría particular de producto bloquea la capacidad de la tiroides para utilizar yodo. No te preocupes demasiado si te gustan mucho, porque puedes comer 5 onzas al día de manera segura y sin problemas, y la cocción puede reducir el efecto en tu tiroides.
7. Dulces azucarados
Los azúcares procesados son el enemigo público número uno cuando se trata de la salud. La mayoría de nosotros comemos demasiado, a menudo sin siquiera darnos cuenta. El azúcar no solo causa aumento de peso, sino que desencadena inflamación en todo el cuerpo y aumenta el riesgo de problemas como la diabetes, enfermedades del corazón y caries.
Una tiroides poco activa ralentiza tu metabolismo, y esto puede llevar a un aumento de peso incluso si no consumes mucha azúcar. Pero si es así, es posible que te encuentres con una sorprendente cantidad de peso extra en muy poco tiempo. Reducir la cantidad de azúcar que consumes es lo primero que puedes hacer para mejorar tu salud y disminuir los efectos dañinos de un trastorno de la tiroides.
Conclusión
La buena noticia es que la enfermedad de la tiroides no debe interferir demasiado con tu dieta normal. La importancia de evitar la comida rápida y procesada, así como el exceso de azúcar, no es cosa nueva y se aplica a todas las personas que quieren tener una buena salud. El trigo solo es importante evitarlo si te diagnosticaron enfermedad celíaca, y un simple análisis de sangre puede determinarlo. Incluso la soya y las verduras crucíferas están bien, pero se hay que comerlas con moderación.
Siempre y cuando prepares la mayoría de tus comidas en casa con ingredientes enteros, puedes estar seguro de que estás haciendo lo mejor que puedes para tu tiroides, al menos en términos de dieta. Afortunadamente, la tiroides se trata fácilmente con medicamentos y una vez que se estabiliza, todos esos síntomas problemáticos deben desaparecer.