Es sabido que desde su inicio, el 2016 se presentaba como un año difícil. En enero, la mayor problemática era la falta de stock de autos en general, por la falta de entrega de los nuevos modelos y la alta demanda de los usados, con la consecuente alza de los precios.
En estos momentos, las cartas parecen jugar a favor de los compradores, ya que ante la evidente caída del consumo, las concesionarias oficiales ofrecen tentadoras promociones y las agencias de autos usados debieron reajustar también sus valores, para mantenerse competitivos frente a la presión del mercado. La buena noticia es que se generan amplias propuestas de financiación que buscan reactivar a actividad, que de a poco parece mostrar signos de mejora.
Guillermo Alari, presidente de la financiera Alarfin, nos explica qué estrategias se implementan para apoyar a la concreción de las operaciones entre las agencias y los clientes finales, cuando se depende de un crédito prendario para la compra de un vehículo.
En este sentido detalló que: “Para impulsar a las agencias, se realizan adelantos del 100 % del capital del crédito antes de recibir la prenda inscripta, se les adelanta dinero sin interés para que se puedan cancelar autos o concretar oportunidades de negocios, se permite que el cliente elija el seguro y se realizan adelantos en efectivo de cheques de terceros hasta 60 días sin interés, cobrando solo la comisión del banco sin interés e incluyendo el iva.”.
Por otra parte, para los compradores, también se flexibilizaron las condiciones para acceder a un crédito prendario y se aprueban las operaciones de inmediato. Respecto de este caso afirmó: “Es cierto que se ha detectado una disminución de las solicitudes de créditos en el mes de agosto, pero afortunadamente hemos aprobado el 95 % de los casos”. De esta manera se evidencia un notable compromiso de acción, a fin de que la industria se reactive.
La situación, aunque demuestra una tenue mejoría, sigue preocupando a la industria. Alberto Príncipe, presidente de la Cámara de Comercio del Automotor (CCA) sostiene: “Pese a que en el mes de septiembre continúo la baja en el mercado de autos usados, somos optimistas para el último trimestre del año. Nos basamos en que los precios se están acomodando a la realidad del mercado y que ha crecido de forma considerable la afluencia de público a los salones de ventas de nuestras empresas”.
En consecuencia, se puede advertir que a pesar de la inevitable situación de estancamiento, representantes del sector, entidades financieras y concesionarias no renuncian en sus esfuerzos para revertir la situación hacia fin de año.