Desde esta mañana y por tiempo indefinido, Juan Carlos Di Zeo se encuentra en la puerta de la Municipalidad encadenado a una columna, realizando una huelga de hambre, con el mismo pedido que lo moviliza desde hace años y en particular desde hace cuatro días consecutivos: un predio para trabajar. Al mediodía, el Intendente José Luis Salomón habló con la prensa para informar sobre la situación: “No es fácil conversar con él”, aseguró.
Por su parte, Di Zeo insiste en que “no estoy pidiendo nada regalado, si quieren alquilármelo, que me lo alquilen. Necesito trabajar, no tengo dinero, mi situación es crítica”. Y además agrega otra denuncia: “En el lugar donde estoy se hizo una importante acumulación de mi mercadería, y el Municipio me la retiró. En todo este tiempo ya llevan siete camiones de mercadería y eso también lo estoy reclamando, que se me pague, porque son residuos secos (cartón, plásticos, botellas, fierros recuperados), porque eso es mío, es mi trabajo. Lo mismo que la casilla y los cuatro tubos que me sacaron del predio que representan unos $12.000”.
Además, aseguró que en su momento presentó un importante proyecto que “consiste en la recolección, el reciclaje y recuperación de las cosas que la gente tira, concientizar a la sociedad. Evitaríamos el 50% de los residuos que van al basural si existiera la planta de reciclaje que yo quisiera armar”.
LA PALABRA DEL INTENDENTE EN CONFERENCIA
José Luis Salomón decidió hablar en conferencia de prensa en el Salón del Sesquicentenario, junto al Subsecretario de Coordinación de Gabinete y Gestión Municipal, Ezequiel Tarabú, y el Director de Seguridad Ciudadana y Defensa Civil, Ignacio Scelzi.
“Todo el mundo cree que podemos regalar terrenos, emplear a todo el mundo… es fácil desde la mirada externa, es difícil cuando tenemos que ser extremadamente cuidadosos”, dijo el máximo mandatario local. En ese mismo sentido, remarcó más adelante que “si es difícil la realidad del país, es difícil la realidad del Municipio”
Además, aseguró que “estamos pendientes a las demandas sociales, no lo promocionamos ni lo decimos públicamente porque sería imposible. Ayudamos a mucha gente con muchísimos problemas, lo dijimos el año pasado y lo reiteramos este (…) Él sabe que si tiene problemas de alimentos se lo vamos a dar, lo que no puedo es hacer las cosas que él quiere y como él quiere”.
“Le hemos ofrecido un predio si él construye una cooperativa. Mientras tanto, ¿a ustedes les parece que yo le puedo dar un predio a alguien para que vaya y deposite su basura al lado de su casa? Es el mismo problema que tenemos hoy, y yo no quiero un problema de hoy trasladarlo para mañana. Hoy tenemos un problema grande con los vecinos (…) Cometimos el error de comentarle que por ahí había una posibilidad. Fue, se instaló y tiró las cosas que hacía. Y después teníamos a todos los vecinos acá. No hacía cosas normales”, insistió Salomón.
“Nadie lo margina, todo lo contrario. Es cierto que tuvo una vida difícil, pero también tenemos planes para ese tipo de gente. Asistimos un montón de personas que salieron de la cárcel en su momento. Pero no se puede ni siquiera terminar de dialogar sobre este tema, porque se lo podemos ofrecer también, pero si evidentemente no quiere dialogar, si lo único que quiere es eso, es muy difícil”
En tanto, Ignacio Scelzi habló sobre la denuncia de retención de mercadería: “Se hizo un procedimiento seguido por ordenes del juzgado de faltas, porque él deliberadamente tiraba las cosas en la calle, en un momento lo hizo en la vereda. Eso significa un riesgo para todos los que circulan en la calle, es una esquina que poca iluminación, eso lleva a que alguien se pueda lastimar y traiga graves problemas. La basura en la vía pública es una controversión, está tipificado en una ordenanza. Nosotros tratamos de estar encima del tema porque los vecinos también se quejan”.
Scelzi agregó: “Él llegó con un proyecto de cooperativa, con más gente, que hoy dice que se desvaneció. Intercoop creo también estuvo interviniendo y se dieron cuenta que tampoco pudieron llegar a un acuerdo con él. El tema que sea un proyecto unipersonal y que ni siquiera tenga un fin direccionado, también es una cuestión que a nosotros nos complica la posibilidad de destinarle un lote, siendo que también hay más de cuatro o cinco chatarreros que vienen pidiéndolo hace años”.
Por último, las autoridades concluyeron: “si oficializamos que cada uno haga lo que quiere en la vía pública, estamos complicado. Es un trabajo arduo y difícil, pero ojalá alguna vez surja una cooperativa de ese estilo”.