Hoy salimos a la calle y decimos “Ni una menos”

- Publicidad -

Cuando nos preguntamos por donde comenzar, sin dudas que hay un consenso generalizado que apunta a la educación. Pero esta, no tiene que ser de la manera en la que se desarrolla actualmente, sino que tiene que apuntar a la igualdad, tanto de oportunidades como de condiciones, para ir forjando una nueva cultura desde la base de nuestra sociedad, que son nuestros niños.

 

Pero como todo cambio de cultura conlleva muchos años, tiene que ser la política la que resuelva las demandas y reclamos de la sociedad Civil. En este sentido, como Diputada de la provincia de Buenos Aires, siento una obligación moral de trabajar y legislar plasmando en proyectos de Ley que ayuden a reducir la violencia en la vida cotidiana de los ciudadanos bonaerenses:

 

- Publicidad -
  • Incorporando el artículo 54 bis al decreto ley 8031/73: para que se pueda multar a aquellos que ejerzan todo tipo de violencia contra los trabajadores y los profesionales de la salud ya sea en ámbitos públicos o privados.

 

  • Estableciendo el sistema integral de cuidado humano: para que el estado impulse y desarrolle propuestas metodológicas que permitan cuantificar y valorar económicamente la contribución del trabajo no remunerado del cuidado que realizan las mujeres, con el fin de medir su aporte al desarrollo social y económico del país.

 

 

  • Modificando los artículos de la ley 10579: para que las docentes puedan pedir licencia en casos de violencia.

 

  • Adhiriendo a la Provincia de Buenos Aires a la Ley Nacional N° 2723: para que los alumnos de los establecimientos educativos realicen jornada para la prevención y erradicación de la violencia de género.

 

  • Modificando el inciso b del artículo 7 de la ley 12569 que establece normas sobre protección contra la violencia familiar: para ordenar la utilización de pulseras satelitales de monitoreo, rastreo y alerta electrónica a todas aquellas personas que contengan restricción perimetral por casos de violencia.

 

No tengo dudas que la batalla es cultural, no legislativa, pero si alguno de estos proyectos sirve para modificarle la vida a alguien, mi deber como legisladora será fructífero.

 

Como cierra su carta Matías, el hermano de 19 años de Lucia Pérez: “Debemos ser conscientes, sí, porque esta vez le tocó a Lucía sufrir esa bestial violencia de género, pero la próxima te puede pasar a vos, o a la persona que más amás en el mundo. Hay que tomar fuerzas y salir a las calles, para gritar todos juntos, ahora más que nunca: “Ni una menos”.