“Ahora es distinto, todos los argentinos estamos amenazados y podemos tener el mismo final, pero también estamos todos juntos para defendernos, y la única defensa que tenemos es quedándonos en casa”.
Todos los días ocurre algo que a mí me traslada inmediatamente a la guerra de Malvinas, así vivo y viviré hasta un rato antes de mi partida. Lo que estamos viviendo no es la excepción, no puedo dejar de pensar en ello por algunas similitudes que tiene y otras diferencias. En algún sentido, esta guerra es peor que la de Malvinas, porque no sabemos dónde está el enemigo, por donde puede venir, no lo vemos, en Malvinas sí sabíamos. Cuando terminó la guerra, informaron a la marina que yo me había desempeñado con «valor, serenidad y disciplina». Esto también asocio con Malvinas y me surge esta analogía: en este momento tenemos que tener «valor», valor para aceptar y comprender que el mundo, que Argentina, está en guerra, en este caso, contra un virus que muchas veces se presenta como letal. Algunos argentinos ya murieron, otros van a morir, o vamos a morir, por eso, necesitamos mucho valor para enfrentar esta situación. Desde luego que la primera reacción es el miedo, nos empapa de miedo, igual al que tuve yo los primeros días en Malvinas. Entonces tenemos que recurrir a la «Serenidad», tranquilizarnos, no entrar en pánico, pensar y así nos van a salir bien las cosas, no vamos a cometer errores si actuamos de esta manera. Todo esto que describí al final, no me impidió a mí en la guerra hacer todo lo que tenía que hacer, no me paralizó, no me inmovilizó ni me llevó a hacer cosas que no debía. Lo mismo nos va a pasar ahora si actuamos con serenidad. Finalmente la «disciplina», obedecer a nuestro jefe, a nuestro líder, a quien tiene la responsabilidad mayor para conducir esta batalla, esa persona es el Presidente de la Nación y tomó la decisión de dictar una cuarentena nacional, permanecer todos en nuestros hogares y lo tenemos que cumplir, salvo las excepciones, no existen motivos para no cumplir con la medida que tomó la máxima autoridad de la nación. A esta guerra no se le hace frente con fusiles y bombas, la manera de combatirla es quedándonos en nuestras casas, NO SALGAMOS DE NUESTROS HOGARES, seamos disciplinados. Otra diferencia con la guerra de Malvinas, es que en ésta tenemos enemigos internos, hay argentinos traidores que nos quieren matar, son los que no respetan la cuarentena, los que se los ve por las calles sin necesidad de circular, los que se tomaron ésto como vacaciones y viajaron a otros lugares, no podemos olvidarnos de esta gente y condenarlos para siempre. Otra gran diferencia es que, en la guerra de Malvinas, solo un puñado de argentinos teníamos la vida amenazada, solo los que estábamos en la guerra sabíamos que podíamos morir, el resto del país siguió viviendo como si nada pasara, ninguna actividad se detuvo, todo era fiesta y la pelota se manchó para siempre. Ahora es distinto, todos los argentinos estamos amenazados, todos corremos el mismo riesgo y podemos tener el mismo final, pero también estamos todos juntos para defendernos, y la única defensa que tenemos es quedándonos en casa. Seamos cuidadosos y solidarios, no salgamos a la calle. No salgamos a la calle. Tenía mucha necesidad de escribir esto, compartir un episodio negativo de mi vida en algo positivo paro otros. Si mi mensaje fue claro y puedo ayudar aunque sea a un argentino, me sentiré satisfecho, si crees que puede servirle a alguien lo podes compartir. Muchas gracias.