El papa Francisco llegó al parque O’Higgins de Santiago donde celebrará misa ante unas 400.000 personas. El papa dio una vuelta en su «papamóvil» entre los fieles, aclamado por los asistentes entre cantos corales y banderas de Chile y el Vaticano.
Antes, el papa Francisco manifestó su «dolor» y «vergüenza» por el «daño irreparable» causado a los niños por parte de ministros de la Iglesia en su primer discurso en su visita a Chile.
«No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia», dijo el papa en medio de fuertes aplausos en el palacio de La Moneda, donde fue recibido por la presidenta saliente, Michelle Bachelet.
En su esperado discurso, Francisco también hizo mención a otros temas que le preocupan: los indígenas, los migrantes, el medio ambiente o los jóvenes.
Sobre los pueblos originarios, con los que se reunirá el miércoles en Temuco, Francisco pidió que se los «escuche» y se respeten sus derechos y su cultura. Además aseguró que de ellos «podemos aprender que no hay verdadero desarrollo en un pueblo que dé la espalda a la tierra y a todo y a todos los que la rodean».
También pidió «escuchar» a los migrantes, que «llaman a las puertas de este país en busca de mejora, y a su vez, con la fuerza y la esperanza de querer construir un futuro mejor para todos», a los jóvenes, a los ancianos o a los niños.
El viaje del papa representa un desafío ya que se encuentra en el país más crítico de América Latina con la Iglesia católico: acaba de aprobar el aborto terapéutico y tramita en el Parlamento el matrimonio homosexual tras la adopción de la unión civil de parejas del mismo sexo. El lunes, una comisión legislativa aprobó el proyecto de ley de identidad de género, que reconoce a las personas transgénero.