Luego de la huelga de hambre de más de 12 horas de, Juan Carlos Di Zeo aceptó reunirse con el Intendente José Luis Salomón y parte de su equipo. Anunciaron un acuerdo con el protestante para trasladar parte de la mercadería incautada, y devolverla en un predio privado de un familiar de Di Zeo. El resto de lo secuestrado quedará en manos del Municipio y se le pagará al trabajador el valor correspondiente. “Creemos que estamos haciendo todo lo que dijimos que íbamos a hacer”, aseguró el Intendente.
En lo concreto, se produjo el traslado de materiales y una casilla a una chacra particular en zona rural, propiedad de un familiar de Di Zeo, y se reconoció el valor de los tubos que había puesto en el predio de Saladillo Norte. Además, el Municipio quedó en contacto con una Cooperativa que colaborará en la comercialización de los materiales de Di Zeo. Además, participará de un programa del Municipio en reinserción laboral.
Director de Seguridad Ciudadana y Defensa Civil, Ignacio Scelzi, aseguró: “La subsecretaria de Legal y Técnica hizo contacto con una cooperativa de Olavarría para tratar de relocalizar todo lo que él tenía como chatarra, que se había acumulado en Rosa García Acosta y Mitre y en el predio de Saladillo Norte, y llegamos a la conclusión de que quizás ese cargamentos ellos lo podían comercializar”.
Además, agregó que “éramos conscientes de los reclamos y demandas de los vecinos: en un caso porque se había excedido en la cantidad de chatarra (García Acosta) y en otro, porque el terreno era usurpado (Saladillo Norte). Se pudieron desalojar de metal los lugares”.
Por último reflexionó: “Yo creo que la mejor conclusión de ayer es que él entendió que no es la mejor forma de llegar a soluciones. Tito se replanteó las cosas: él tenía la venta de artículos de limpieza sueltos, seguramente va a seguir con este tema en estos días. No quiere desistir con su proyecto pero sabe que nosotros tenemos nuestros tiempos y que él tiene que plantear las cosas legalmente cómo se lo pedimos.
Yamila Iturralde, trabajadora social del área de Desarrollo Humano que medió entre las partes, aseguró que “era necesario el diálogo, diálogo que nunca se le negó al ciudadano. Él entendía que no se le iba a devolver lo incautado. Más que desde lo legal, intentamos hablar desde lo humano. Que una persona no consuma líquidos y comida nos preocupaba”.
El Subsecretario de Coordinación de Gabinete y Gestión Municipal, Ezequiel Tarabú: “aparentemente es un familiar de él, se comunicó por teléfono y estaba de acuerdo, así que no tuvimos ningún inconveniente en acercarle las cosas”. Además, aseguró: “El Municipio tiene un programa de reinserción social, lo hablamos con él y él está de acuerdo”.
En tanto que, por último, el Intendente aseguró: “Para mí era una carga tremenda que alguien estuviera pasando el momento que él estaba pasando. No hubiese podido dormir si esto no se solucionaba. (…) Quiero agradecer a los comisarios Daniel Lacunza y Daniel Rizzo, y Mariano Martín. Fue una jornada extremadamente larga, recién pudimos destrabarlo a las 23:30”.
“Todos pusimos un granito de arena para que Tito entre en razón, queríamos hacerlo antes que sufriera algún tipo de descompensación”, aseguró Salomón, quien por último advirtió: “Hubo algunos que no colaboraron de la mejor manera posible, que incentivaron profundizar esta cuestión”.