Una mujer entró y lo amenazó con un hacha. Hace dos años, le habían quemado el auto por denunciar a un sacerdote abusador.
Los vecinos del barrio La Loma, al norte de la capital salteña, se despertaron sobresaltados porque las campanas de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe repicaron a una hora inusual: eran las tres y media de la madrugada. El vicario Juan Eduardo Jotayán usó ese recurso desesperado para evitar que una mujer armada con un hacha, que había irrumpido en el templo donde vive, lo asesinara.
Según declararon a medios locales algunos feligreses, se trata de una persona que se presentaba en el barrio como «protectora» del cura. De acuerdo a otros, la atacante padece alteraciones mentales, acosaba al religioso y no es la primera vez que intenta atentar contra la iglesia.
En el video se escucha cómo Jotayán dice: «Si me querés matar, matame. Ahora voy a tocar las campanas para que todo el mundo sepa quién sos».
No es la primera vez que Jotayán sufre un atentado. Hace dos años, su auto fue completamente incendiado justo después de que declarara como testigo en la causa que se le sigue por abuso sexual a Agustín Rosa, el fundador de la congregación Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, disuelta por el Vaticano.
La declaración de Jotayán que consolidó dos de las denuncias contra Rosa tuvo una importancia vital porque el religioso formó parte de la congregación. El acusado goza de prisión domiciliaria.
Después de testimoniar, una madrugada, mientras dormía en casa de su padre, se despertó y advirtió que su auto, un Volkswagen Suran, estaba en llamas en el lugar donde lo había dejado estacionado, en Pasaje Adolfo Peralta y Las Heras. El automóvil resultó totalmente destruido.
Fuente: TN