Doma y jineteada: ¿tradición o crueldad?

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Una vez en el campo, al caballo le destapan los ojos y lo desatan del palenque. Primero, el equino corcoveará y después será provocado por su jinete, que lo montará con espuelas, riendas y el rebenque. Un espuelazo, un chirlo con la lonja de la guacha. Con estirpe de gaucho, deberá sostenerse, aguantar entre 6 y 15 segundos. El jurado evaluará la elegancia del hombre que cabalga, su habilidad para no tocarlo ni cabecearlo y, claro, al potro. De caerse no sumará puntos.

Para los proteccionistas de animales, es un maltrato declarado y se amparan en la ley del código penal

“Las jineteadas son negocios de crueldad que cuentan con respaldo oficial, transmitidos semanalmente como burla a los derechos de los animales desde emisoras de televisión vinculadas a autoridades de turno, es decir, promoción a impunes violaciones de la Ley Nacional N°14.346 de Actos de Crueldad contra los Animales, sumando Apología del Delito (por micrófono elogian a gritos los golpes que reciben los caballos), figura jurídica contemplada en el Código Penal de la Nación que también se vulnera con descaro”.

Los animadores y creadores del Festival Jesús María se defienden: “los caballos de las jineteadas gozan de un cuidado especial, están bien alimentados, vacunados, desparasitados y entrenados para los 9 segundos que dura una jineteada, porque son 9 segundos que el animal está montado y después lleva una buena vida con dueños que invierten mucho dinero para tenerlos en esas condiciones”.

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“si esos caballos no estuvieran en las jineteadas irían a parar directo a un frigorífico porque no sirven para ser montados por nadie, ni para tirar un carro. Seguramente las asociaciones protectoras de animales no saben que un frigorífico de la provincia de Buenos Aires matan unos 3700 caballos por mes”.

“Si quieren prohibir las jineteadas que pongan el ojo también en el Polo, donde los dueños y jugadores pertenecen a las clases altas argentinas o en las carreras de caballos. Yo no los he visto en Palermo o en San Isidro protestando”.

Vale mencionar que sobre la ley 14.346 que penaliza el maltrato animal, el juez de Control de los Tribunales de Jesús María, Oscar Patat, rechazó un pedido de la organización “Sin estribo” que exigía la suspensión del Festival, explicando que “no se observa en los casos de doma y jineteadas”.

 

En tanto desde Especismo Cero afirmaron que “es de vital importancia que como sociedad comprendamos que las tradiciones no son justas por ser repetidas una y otra vez, sino que sólo nos enriquecen y pueden ser válidas con el correr del tiempo si no se realizan a costa del sufrimiento de otros”.