El centro educativo y terapéutico BIOS de Saladillo informó a través de sus redes sociales que dejará de funcionar de forma definitiva, luego de 20 años de prestar un importante servicio para la atención de personas con discapacidad.
Según publicaron en su cuenta de Facebook, la dirección del centro atribuye esta triste decisión
“por la ausencia de respuesta y respaldo de los organismos gubernamentales responsables del sector, el cese del pago de las obras sociales y la imposibilidad de contar con otra fuente de financiamiento”.
Mercedes Represas, Fabiana Morniroli y Laura Ferrari, quienes integran el equipo directivo de BIOS, manifestaron a Radio LVA que pese a la obligatoriedad del pago a los prestadores de servicios de salud por ley, las obras sociales presentan importantes demoras en los abonos aludiendo a que la Superintendencia de Servicios de Salud no les reintegra los fondos abonados. Esto pone a los prestadores, como BIOS, en una delicada situación económica debido a que deben continuar atendiendo pero sin cobrar esos fondos.
“Pasó a ser algo normal que estemos seis meses sin cobrar, lo que es una barbaridad para sostener una institución como esta. Tuvimos que dejar de cobrar y poner de nuestra plata e incluso pedir dinero prestado para pagarle a la gente”, manifestaron.