155°  aniversario del asesinato de “el chacho” Peñaloza

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““El general de la Nación, don Ángel Vicente Peñaloza, ha sido cosido a puñaladas en su lecho, degollado y llevada su cabeza de regalo al asesino de Benavídez, de los Virasoro, Ayes, Rolin, Giménez y demás mártires, en Olta, la noche del 12 de actual”, escribió José Hernández en el periódico “El Argentino” de Paraná al anunciar la muerte del caudillo riojano y agrega el autor del “Martín Fierro” :” “El general Peñaloza contaba 70 años de edad; encanecido en la carrera militar, jamás tiñó sus manos en sangre, y la mitad del partido unitario no tendrá que acusarle un solo acto que venga a empañar el valor de sus hechos, la magnanimidad de sus rasgos, la grandeza de su alma, la generosidad de sus sentimientos y la abnegación de sus sacrificios”.  Inmejorable abogado tuvo en José Hernández el “Chacho” tal como lo expresa en sus escritos de “El Argentino” de Paraná.   Hoy se cumple 155 años del asesinato de Ángel Vicente Peñaloza más conocido por el “Chacho”, los gauchos lo llamaban:” El Padre de los Pobres”. El Chacho Peñaloza fue uno de los caudillos del interior que lucharon contra el centralismo porteño. Cuenta la historiadora y escritora Araceli Bellota a cuyos escritos he recurrido para redactar estás líneas que:” El Chacho fue el último caudillo que levantó la bandera de la Federación sostenida por Facundo Quiroga y por Justo José de Urquiza, entre otros, antes de su extraña derrota en la batalla de Pavón, el 17 de septiembre de 1861,  frente a las fuerzas unitarias comandadas por Mitre. Fue entonces cuando Peñaloza reunió a su montonera convocando voluntarios en las provincias de La Rioja, Mendoza, San Luis, Catamarca, Córdoba y San Juan para continuar la lucha contra el gobierno unitario instalado en Buenos Aires, que Urquiza había decidido abandonar y que en nada se preocupaba por la pobreza del Norte.” En una carta escrita a principios de 1863 así le explicaba al Presidente Mitre el motivo de su guerra contra el centralismo:” : “Los pueblos, cansados de una dominación despótica y arbitraria, se han propuesto hacerse justicia; y los hombres, todos, no teniendo más ya que perder que la existencia, quieren sacrificarla en el campo de batalla, defendiendo sus libertades, sus leyes y sus más caros intereses, atropellados vilmente por los perjuros”. Y enseguida, por si no había quedado claro, agregó refiriéndose a las tropas unitarias: “Atropellan, destierran y matan sin forma de juicio a los ciudadanos responsables, sin más crimen que haber pertenecido al Partido Federal”.  Peñaloza fue uno de los últimos líderes en alzarse contra el centralismo de  Bs.As,en el tramo final de su luchas Peñaloza invadió San Juan, donde Gobernaba Sarmiento y estuvo a punto de tomar la Capital pero el coronel Irrazábal lo derrotó en Los Gigantes. Se estima que unas mil personas murieron durante su última rebelión.. Irrazabal lo persiguió hasta “Los Llanos”, pero el Chacho se rindió ante el Comandante Pedro Vera en Loma Blanca, cerca del Paraje de Olta (La Rioja) entregándole su facón ultima arma que le quedaba. En su facón, que ahora se exhibe en el Museo de Historia de La Rioja, puede leerse la inscripción que definía su carácter: «Naides, más que naides, y menos que naides».Por su  parte Araceli Bellota  narra que en la hoja del facón dice:” “El que desgraciado nace, entre los remedios muere”. Cuando llego a Olta  el Coronel Irrazabal  pregunto: Quién es el bandido del Chacho?”, y recibió como respuesta: “Yo soy el general Peñaloza, pero no soy un bandido”.   Enseguida lo mato con su lanza y lo hizo acribillar a balazos, su cabeza  fue cortada y colgada en poste en la plaza. Su esposa, Victoria Romero, fue obligada a barrer la plaza mayor de la ciudad, atada con cadenas. Según Bellota, Victoria Romero, a quien el gauchaje llamaba “la Chacha”, era una mujer valiente que le había salvado la vida durante la batalla del Manantial y como consecuencia había recibido un sablazo en la cabeza que le dejó una cicatriz desde la frente hasta la boca, por lo que solía cubrirse con un manto. Eduardo Gutiérrez uno de los biógrafos de Peñaloza escribió:” “La esposa del Chacho venía con frecuencia al campamento y al combate, a compartir con su marido y sus tropas los peligros y las vicisitudes.” Marianela Peña Pollastri cuenta que José Hernández en un libro( de su autoría) casi desconocido por todos La Vida del Chacho y otros escritos en Prosa , cómo el General Peñaloza había devuelto a los unitarios que tenía como prisioneros “que no les faltaba ni un botón del uniforme”, esperando asimismo que le devolvieran a los suyos. Ante el silencio de los jefes unitarios dice: “Y bien. ¿Dónde están los míos? ¿Por qué no me responden? ¡Qué! ¿Será cierto lo que me han dicho? ¿Será verdad que todos han sido fusilados? ¿Cómo es, entonces, que yo soy el bandido, el salteador y Vds. Los hombres de orden y de principios?”

(Hernández, 1947, p. 143). Los prisioneros bárbaros que le habían tomado a Chacho fueron fusilados sin piedad por los civilizados. Sin duda  Ángel  Vicente Peñaloza ha sido uno de los máximos defensores del Federalismo y su provincia natal lo ha homenajeado entre otras cosas con un monumento. El 12 de noviembre de 2013, en la ciudad de La Rioja, sobre la rotonda que intercepta las avenidas Ortiz de Ocampo y Félix de la Colina, fue inaugurado la estatua en honor a Peñaloza, al conmemorarse los 150 años del asesinato del caudillo; la misma fue erigida con el propósito de resaltar su vida heroica y de lucha como uno de los últimos líderes en alzarse contra el centralismo de Buenos Aires en el siglo XIX. Dicho monumento tiene una altura de 10 metros, y está dispuesto sobre un pedestal de 6 m, para resaltar aún más su altura. Fue construido por el escultor Juan García Guzmán y su equipo de trabajo en la ciudad de Cochabamba, en Bolivia. A 155  años de su asesinato El Chacho sigue siendo una bandera en la lucha por el Federalismo”  Carlos Antonio Gorosito  Ex – Intendente Municipal, Saladillo 12 de Noviembre de 2018