Una de las cuestiones en las que hizo hincapié el neurocientífico Facundo Manes, en su diálogo con la prensa en Saladillo, fue en la salud y bienestar mental “como una de las respuestas centrales frente a la pandemia”. Hizo hincapié en dos conceptos fundamentales para reconstruir la Nación, como resiliencia y empatía, y aseguró: “Tenemos que tener una sociedad mentalmente preparada para enfrentar los desafíos que vienen”.
En principio, Manes admitió estar muy preocupado “por el impacto de pandemia, por la salud mental de todos los argentinos, por eso desde hace tiempo desde la fundación INECO estamos trabajando para ver qué está pasando en nuestra salud mental. Encontramos muchos síntomas de ansiedad, y empiezan a aparecer más síntomas de angustia y agotamiento. En todos, aunque tengamos el privilegio de no preocuparnos por qué vamos a comer esta noche. También el manejo de la incertidumbre nos agota”.
En ese sentido, destacó que hay cinco grupos de riesgo: “Los jóvenes, quienes de cada 10, 7 u 8 tienen síntomas de ansiedad o angustia; las mujeres, por el trabajo inequitativo y la violencia doméstica; los adultos mayores, quienes ya sufrían una epidemia de soledad y ahora se agravó; nosotros, los que trabajamos en el sistema de salud, que estamos agotados; y las personas que viven en la vulnerabilidad, la pobreza”
“La salud y bienestar mental debe ser una de las respuestas centrales frente a la pandemia, ya que estos síntomas transitorios pueden hacerse crónicos, y si se hacen crónicos vamos a tener una sociedad agotada, angustiada, y la reconstrucción que necesitamos no va a ser posible por más acuerdos con corporaciones internacionales que hagamos. Tenemos que tener una sociedad mentalmente preparada para los desafíos que vienen”, sintetizó.
Luego, Manes hizo hincapié a la responsabilidad del Estado: “Los que administran ‘la cosa’ pública tienen una responsabilidad muy grande. Tienen que hablar claramente, ser honestos; darnos ciertas perspectivas, aunque después cambie porque sabemos que esto es muy dinámico, pero tener un horizonte es importante; y pensar en el bien común, no en la próxima elección. Si no, va a ser un boomerang”.
“La neurociencia es el estudio científico de nuestro cerebro. Todos tenemos cerebro, el órgano más complejo del universo, y todo lo que hacemos lo hacemos con el cerebro. Entender el cerebro es el desafío más importante de la frontera de la ciencia. Hay dos palabras que son claves: resiliencia, que es la capacidad del cerebro para afrontar adversidades, y empatía, que es la habilidad de imaginar qué piensa y siente el otro. Si nosotros tenemos resiliencia y empatía podemos reconstruir la Nación”, sumó el científico.