Disertó la Lic. Paola Ester Mercado, quien se desempeña en el Programa Las Víctimas contra las Violencias y forma parte del área de relaciones institucionales y sociales, y Lic. Bettina Esteban, quien se desempeña en el Equipo Niñ@s contra la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes y grooming.
El Grooming es un término para describir la forma en que algunas personas se acercan a niños y jóvenes para ganar su confianza, crear lazos emocionales y poder abusar de ellos sexualmente. Grooming en el mundo real puede tener lugar en todo tipo de lugares —en el barrio local, en la casa, en la escuela o en la iglesia. En el peor de los casos, estas personas también pueden desear introducir al menor en ambientes de prostitución y explotación sexual.
En la charla, en donde estuvieron presentes autoridades educativas, municipales y fuerzas policiales tanto de la Comisaria de la Mujer como de la Comisaría local, se informó sobre las características del delito de groomig (como uno de los delitos contra la integridad sexual), sus indicadores, qué hacer frente a la sospecha de grooming, dónde denunciar y posibles delitos que derivan del mismo.
También se hizo hincapié sobre los adultos, en el acompañamiento a los menores en el uso responsable de Internet. No hay que hacer un control y persecución sobre los niños pero si concientizarlos sobre los peligros que existen en la Red. Mantener un diálogo abierto entre padres e hijos para crear un ambiente de confianza
Poco a poco los groomers van obteniendo más datos personales y de contacto. Seducen y provocan mediante el discurso y el envío de imágenes de tipo pornográfico para conseguir que el niño realice actos de naturaleza sexual. Suelen implementar “secretos” como una forma de controlar y asustar al niño para que se sienta avergonzado o culpable, y no denuncie el abuso.
En muchas ocasiones, el acoso en línea es más rápido y anónimo, pues los niños confían más rápidamente en un “amigo” en línea que en alguien que acababa de conocer “cara a cara”. En este sentido, las redes sociales son el medio más común que los groomers utilizan para llevar a cabo este tipo de prácticas. En una encuesta realizada por ESET Latinoamérica, se encontró que los niños de entre 11 y 15 años son los más vulnerables de sufrir grooming. En México, de abril de 2013 a febrero de 2014, se detectaron 57 casos de hostigamiento y acoso a menores.