Cuatro años de un crimen impune

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El crimen de Marisol, se volvió un crimen más, de esos miles que vemos a diario en los medios de comunicación, con la diferencia que Marisol vivía en Saladillo, una ciudad de 35 mil habitantes en donde nos conocemos todos; pero claro está que cuando de justicia se trata no hay diferencia. Su asesino, puede ser tu vecino, el panadero, el maestro, el doctor, no sé, cualquiera, que alguna vez te cruzaste y lo saludaste y que hoy está libre; que hoy seguís saludando.

“Escena del crimen armada”. “Un Juez pidió investigar a un grupo de Fiscales”. “Borran imágenes de la cámara de seguridad”. “Acusan a un Fiscal por irregularidades en la investigación del crimen de Marisol Oyhanart”. “Se complica la situación de un estanciero”. “Acusan a un jefe policial por encubrir el crimen”. Fueron algunos de los títulos de las notas de los medios nacionales a lo largo de estos cuatro años ¿Hasta cuándo la impunidad va a estar a la hora del día? ¿Hasta cuándo van a estar presos los ladrones de gallinas y los asesinos de guantes blancos no…?

Marisol tenía 38 años, maestra jardinera, tres hijos hermosos; que se tuvieron que ir a vivir a otra ciudad junto a su padre. En estos cuatro años, se dijeron muchas cosas, con un nivel de perversidad hasta tal punto que se llegó a poner a la víctima en lugar de victimario.

Pasaron muchas cosas; cambios de Fiscales, Abogados, cambios en la Cúpula policial, circularon muchos nombres; detenciones de “perejiles”; como se dice en la jerga policial; nada en concreto; en realidad una sola cosa : que el asesino sigue suelto, libre; sin pagar por haberle arrebatado la vida a una joven mujer con muchos sueños por delante, quitándole la posibilidad de ver crecer a sus hijos y de seguir enseñándole a otros tantos.

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El crimen:

Marisol había desaparecido el 14 de abril de 2014, cuando salió de su casa para realizar una caminata. Su esposo denunció la desaparición esa tarde, cuando la mujer, madre de tres hijos, no regresó al hogar.

Entonces, comenzó una búsqueda que se interrumpió durante la madrugada y se reanudó cuatro horas después. El cuerpo de Marisol fue encontrado en un lugar que ya había sido rastrillado la noche anterior.

La autopsia determinó que Marisol fue asesinada entre las 21 del 14 de abril y las 3 del día siguiente. La mujer salió de su casa ese día, a las 15.30. Dos personas se cruzaron con ella en la calle Irigoyen cerca de las 16.30. Esas testigos fueron las últimas que vieron a Marisol con vida.

El día que denunciaron la desaparición de Marisol, el 14 de abril de 2014, Abel Oscar Moussompes tenía el cargo de comisario mayor. Cinco días antes había asumido como titular de la Jefatura Departamental 25 de Mayo que tiene jurisdicción sobre Saladillo. Entre sus subordinados estaban el comisario inspector Darío Almendros, el subcomisario Pablo Gallo y el subcomisario Fabián Bergera, que se desempeñaban en la seccional de Saladillo. Todos fueron removidos.

En la actualidad no hay ningún imputado ni detenido. Pasaron cuatro años y Marisol, aún no descansa en paz.