Saladillo, 17 de Agosto de 2016
Al Sr.
Intendente Municipal
Ingeniero José Luis Salomón
Presente.-
Tengo el agrado de dirigirme a Usted a los efectos de plantearle la siguiente problemática, que es la que aqueja a la mayoría de los vecinos de nuestra localidad hoy en día:
El grupo de jóvenes que evidentemente osa manejarse al margen de la ley, provocando con los denominados vulgarmente “cortes” a toda aquella persona que circule (o no) sobre el suelo de nuestra querida ciudad. Quedando impunemente en sus acciones el nivel de tolerancia de quienes intentamos una sana convivencia, lejos de la maldad provocada por sus actos, o llámese falta desmedida de educación o desconocimiento de toda ley, norma u ordenanza que intente regular la contaminación acústica. Acarreando con sus acciones lógicas molestias y no permitiendo dormir y descansar debidamente. Estos últimos factores que hacen a la calidad de los vecinos de nuestra localidad.
A todos ellos: ¿hasta cuando les vamos a permitir esta desmedida? Como padre de un adolescente que tuvo la mala suerte, o no, de tener que intervenirlo quirúrgicamente 6 veces de la cabeza. Que hoy en día, siendo de madrugada, se despierta sobresaltado lo que genera que no vuelva a conciliar el sueño nuevamente. Provocándole cierta agresividad que resulta casi inmanejable para mí o para algún integrante de mi familia… ¿hasta cuándo VOY a permitir esta desmedida?
Insisto en lograr las medidas necesarias y conducentes con el firme propósito de dar solución a los ruidos molestos provocados con los caños de escape antirreglamentarios y contraexplociones que generan estos conductores durante cualquier hora y momento del día, sin discriminar ámbito público o privado. Sin importar si aqueja a enfermos, convalecientes o personas físicas que se hallen (o no) en sus facultades mentales.
Este ejemplo típico de retroceso social genera un hastío, además del riesgo que generan durante su hazaña. Tanto para ellos como para terceros.
Generan un ruido que se convierte en “insoportable” para quienes habitamos esta ciudad.
Desde cierto sector se ve el abordaje que realizan para desalentar una moda que se mantiene desde hace varios años y que cada vez suma más seguidores. Se concreta el secuestro de una “gran cantidad” de unidades (motos) con escapes adulterados y se los decomisa. Pero no resulta suficiente. NO ALCANZA.
Se usa habitualmente como primera acción en un intento por disuadir la concentración de motociclistas dar aviso a la Policía o Inspectores de Transito, cuya presencia suspende la actividad. Al menos durante un momento y en “ese” punto de encuentro. O sea, le “tiramos” el problema a otro.
Concedámosle además cierta particularidad que se suma al panorama que se vive todos los días de la semana: los sonidos que producen estas motos a su paso generan vibraciones que producen que sensores se activen y disparen las alarmas de algunos vehículos que se encuentran estacionados en la vía pública. UNA GRACIA DIVINA.
Cabe resaltar, además, que dichos conductores realizan lo que se denomina un “trabajo artesanal” que apunta a instalar un “corte a destiempo” y con un pulsador generar el ruido (asesorados por el mecánico amigo). Además de este accesorio también se modifican los caños de escape (accesibles a la venta en nuestra localidad) ya que uno adulterado (libre o super trapp) genera un ruido mayor en la aceleración de la unidad por la ausencia de un silenciador.
Por ello…
Autoridades, en ustedes esta depositada nuestra confianza. Les pido, que con una mano en el corazón, trabajen para regular esta desidia. Que Saladillo deje de ser “tierra de unos pocos” y comencemos a tener protagonismo todos aquellos que deseamos prevalezca la tranquilidad y el orden.
Busco en su labor la manera de mediar este conflicto y así garantizarnos una convivencia ciudadana mejor. Aquella que hizo grande a un pueblo con gente de trabajo y buenas intenciones. Aquella que llevo a Saladillo a ser Grande.
Sin otro particular, quedando a su disposición y a la espera de una favorable respuesta, saludo cordialmente.
Enrique Alberto Ninni
DNI 13.329.714