El piloto florence, Alejandro Patronelli, estuvo apoyando el evento realizado el domingo por el club de Motos y Autos Antiguos en Saladillo Norte. Junto a dos amigos se presentó con un imponente Camaro de los años 70 (foto).
Recordemos que Alejandro se destacó a raíz de su desempeño en el Rally Dakar, la carrera de rally raid más prestigiosa del mundo: salió segundo en la clasificación general en 2010 ganando dos etapas; y fue ganador absoluto en el 2011 con cinco etapas ganadas, y en 2012 con tres etapas ganadas. También fue tres veces ganador del Enduro del Verano (1996, 1997 y 1999).
El hecho de que junto a su hermano hayan sido campeón y subcampeón del Dakar 2010, no tiene antecedentes en esa competencia.
Amante de «los fierros» y creador de sus propias aventuras, subió por primera vez a una moto cuando solo tenía 5 años y se vistió con el equipo de competición a los 15 para enfrentarse a los pilotos del momento con un Yamaha Banshee 350cc.
Ganador de múltiples campeonatos nacionales y provinciales, fue Campeón Argentino de cuatriciclos en dos oportunidades, Ganó el Enduro del Verano Le Touquet 3 años y ganó esta misma edición durante el invierno de 1997. Durante tres veranos consecutivos escoltó en el podio a su hermano Marcos. En 2010 se inscribió para participar en la carrera de cross country más difícil y apasionante del mundo; El Rally Dakar. Como principiante en el desarrollo de esta competencia, se dio el lujo de ganar 3 etapas de las quince recorridas en la categoría quads junto a su hermano Marcos y así posicionarse detrás de él para lograr el histórico 1-2 en el podio de La Rural de Buenos Aires en 2010.
Cuando todo parecía venirse abajo luego del accidente que le ocurriera a su hermano Marcos a solo 30 días de un nuevo Dakar, siguió de cerca su recuperación y se propuso dejar de entrenar para ocuparse de armar el cuatriciclo con el que Marcos largaría esta carrera. No era un año fácil para ninguno de los dos, ya que el miedo era la mayor palabra que rondaba en sus cabezas, pero fue así como se animaron a sumergirse en una nueva apasionante y peligrosísima aventura.
En el día 3 del Dakar 2011, finalmente Marcos abandonó la carrera por un accidente, y en medio de rumores de abandono de ambos pilotos, Ale se plantó ante la carrera y decidió seguir y terminar por Marcos y toda la familia que lo acompañaba. Hubo golpes, soledad y muchas emociones. En la etapa 7 de las 15 que concluyen la carrera, un vuelco quebró parte de su dedo pulgar con el cual aceleraba el cuatri, se lastimó la cara y a pesar de todo, siguió adelante. El destino, la suerte y el profesionalismo con el que atravesó los inconvenientes quisieron premiarlo y fue así que se consagró campeón en la categoría, dejando el apellido Patronelli nuevamente en lo más alto del podio.
El 2012 parecía año sabático para la familia, pero una negociación con el equipo oficial Yamaha Argentina, los inscribió nuevamente en la grilla de largada a los hermanos Alejandro y Marcos. Como si la calma volviera después del huracán, y dejando los malos recuerdos atrás, ya recuperados entrenaron y el 1 de enero de 2012 largaron una nueva edición del rally desde Mar del Plata y repitieron una histórica carrera. Juntos a la par, como alguna vez escribió Pappo (Músico), desde que comenzaron atravesaron desiertos, alturas de más de 5000 metros, nieve y tormentas en los casi 9000 km recorridos, y concluyeron la carrera en la capital de Perú con Alejandro primero y Marcos segundo. De perfil bajo y muy silencioso a la hora de pensar sus estrategias, Ale se guardó esos dos triunfos del Dakar en su corazón y dejó el 2013 en manos de su hermano Marcos, quien nuevamente defendió el apellido y conservó el número 1 que ambos pudieron lograr.