Soledad Galíndez, directora de Bromatología, brindó detalles sobre la campaña contra el dengue e hizo hincapié en “ser solidario con el caso positivo, tratando de cumplir, descacharrear y hacer la limpieza de los patios”. Galíndez explicó por qué la solución no es la fumigación masiva, pese a que está en tratativas con provincia para poder realizar una, tras los 10 casos que dieron positivo hace algunos meses en Saladillo.
En principio, Soledad explicó que “esta es la época de salir a hacer los recorridos, más que nada el control de los patios para verificar que se esté cumpliendo con el descacharreo. Sabemos que la fumigación no es lo que va a resolver el problema, sólo va a derribar al mosquito adulto, por lo que nosotros lo que tenemos que hacer es encontrar las larvas para que no se transformen en mosquitos, y así evitar toda la cadena”.
En ese sentido, continuó: “Lo que empezamos a hacer desde la Dirección de Bromatología es que, con los 10 casos que ya tenemos detectados, abocarnos a cada una de esas manzanas para recorrer casa por casa. Se arranca por la casa de la persona que dio positivo, y luego por las lindantes. Es una forma de cuidar al positivo porque los patios coinciden entre sí”. Al ser consultada por los riesgos que corre una persona que contrajo dengue, respondió: “Puede haber una reinfección y a partir de ella puede correr riesgo su vida”.
Concretamente, lo que realiza el área de Bromatología en conjunto con Defensa Civil, quienes trabajan en las ocho manzanas lindantes a la manzana del caso positivo, es: “Verificar si se puede hacer descacharreo, marcar cuáles son los elementos a descacharrear; los recipientes que no se pueden desechar, los tienen que dar vuelta en presencia nuestra; mantener el orden y la limpieza de las malezas. Se les entrega repelentes y folletos explicativos, y si hay larvas se toman muestras en el momento: se les dice si son positivos o no. Es un control bien de foco en cada uno de los patios, lo que necesitamos es cuidar a la persona positiva”.
Galíndez contó que además han recibido “una cantidad importante de repelentes por parte de Desarrollo Social, los cuales acercamos a los casos positivos y a los CAPS. La gente que no pueda comprarlo, puede acercarse a los CAPS y llevarse el que lo necesite, tenemos en spray y en crema”. También hizo un fuerte hincapié en la responsabilidad ciudadana: “Como Estado, podemos brindarle toda la información y marcarles qué tienen que hacer y qué no, pero va a depender de la disposición que tenga cada uno de los ciudadanos. Toda la comunidad tiene que ser responsable en esto”.
“Estamos en tratativas con la provincia para ver si, con los casos positivos que tenemos, podemos llegar a mediar una fumigación masiva. No es que no queramos hacerlo: el protocolo de dengue cambió. Antiguamente nosotros hacíamos fumigación, pero cuando cambia el protocolo, no podés ir en contra de lo que marca provincia porque es algo estudiado, los facultativos trabajaron en eso”, expresó Galíndez, quien de todas formas remarcó: “Tratamos de respetar el medio ambiente, en lo posible. La idea no es tirar productos por tirar, para dejar a la gente conforme. Respetamos un protocolo”.
Al ser consultada por alguna otra tarea puntual en la que se esté abocando Bromatología, Galíndez respondió que se está trabajando por rabia: “Nos dio un murciélago positivo de rabia en Alem y Taborda, pero como ese lugar ya había dado positivo en julio, ya habíamos hecho el protocolo antirrábico. Lo que hicimos fue concentrar la vacunación en la plaza España, a una cuadra de donde dio positivo, e invitamos particularmente a todas las personas de esa zona que por algún motivo no pudieron vacunar a sus mascotas en julio. Para el resto, la vacunación está vigente por un año”.
“El murciélago no ataca personas, la única manera de que la rabia llegue a las personas es a través de los animales domésticos. Lo que hace el murciélago es alertarnos en la prevención. No se puede matar, es una especie protegida por ser depredador, y además come mosquitos. No podemos cortar la cadena porque un depredador come plagas,
y si matamos al depredador nos invaden las plagas. La idea es no alterar el medio ambiente, por eso apostamos a hacer un buen cerramiento si hay un murciélago, para que no se aloje en el techo y que el murciélago busque un medio natural para seguir sobreviviendo”, cerró Soledad.