Están quienes adoran levantarse temprano y arrancar la jornada al alba y quienes, por el contrario, detestan el momento del día en que las alarmas indican que hay que levantarse. Para estos últimos, será de gran utilidad saber que cumplir una rutina sencilla de cuatro pasos puede cambiarles el humor. Y el día.
Al momento de levantarse el organismo literalmente se pone en funcionamiento. Y hacerlo entrar en ritmo posponiendo infinitas veces el despertador y salir de la cama con el tiempo justo para correr de la ducha al vestidor, sin pasar siquiera por la cocina a desayunar claramente no es la mejor manera.
Casi con seguridad, a continuación de semejante apurón llegaremos al trabajo de mal humor y costará mucho revertir ese mal comienzo de día.
Pese a lo que los odiadores de las mañanas creen, tener un despertar feliz es posible. Seguir casi de manera rutinaria los siguientes cuatro pasos científicamente probados hará que sus días empiecen con más alegría.
1-Despertarse antes
Está comprobado. Levantarse más temprano mejora significativamente la rutina matinal. Cuando una persona se despierta temprano tiene más tiempo, y, por ende, hace las cosas con menos apuro. Además, un estudio realizado por la Universidad de Toronto, encontró que «las personas que se despiertan temprano en la mañana son generalmente más felices y tienen una mayor satisfacción general en sus vidas».
Como cualquier hábito, éste puede tomar algún tiempo para instalarse. Para empezar, configurar la alarma 30 minutos antes de lo que se suele despertar es un paso. También es importante acostarse temprano, ya que privar al organismo de horas de sueño sólo servirá para disminuir la productividad y la felicidad general.
2. Desayunar bien
Todos sabemos que el desayuno es la comida más importante del día. Así que ¿por qué tantas personas optan por pasarlo por alto sistemáticamente? En el momento en que despertamos, los músculos están en necesidad desesperada de más glucógeno, para obtener energía. Además, cuanto más tiempo permanezcamos sin comer, más glucógeno los músculos usan, y menos energía tendremos. Desayunar bien también es importante en cuanto a aumentar su estado de ánimo.
Las investigaciones sugieren que comer un buen desayuno después de una noche de sueño proporcionará glucosa al cerebro muerto de hambre.
Es por eso que elegir qué comer en el desayuno es ni más ni menos que seleccionar lo primero que alimentará su mente y cuerpo después de varias horas de ayuno. De ahí que en lugar de comer de manera apresurada, hacer un esfuerzo y disfrutar de esa comida puede hacer la diferencia a lo largo del día.
3. Disfrutar el ejercicio
Según especialistas, «el vínculo entre el ejercicio y el estado de ánimo es muy fuerte». Por lo general, dentro de los cinco minutos después de practicar ejercicio moderado se obtiene una mejora en el estado de ánimo. El problema es que muchas personas ven el ejercicio como una «obligación». En lugar de eso, lo ideal es encontrar una manera de mover el cuerpo que realmente nos proporcione disfrute.
El ejercicio debe ser divertido, por lo tanto, si alguien no disfruta lo que está haciendo deberá buscar otra forma de movimiento. Algunas ideas podrían incluir hacer una caminata al aire libre, hacer yoga suave, o ir a correr. Cada uno debe hacer lo que verdaderamente nutra su cuerpo y su mente, y si incorpora la naturaleza y la atención plena, eso será una ventaja añadida.
4. Hacer una actividad de atención plena
Un estudio realizado por la Universidad de Harvard reveló que «las personas que centraron su experiencia en el tiempo presente fueron significativamente más felices que aquellas cuyas mentes se extraviaron de este momento».
Sin embargo, la incorporación de la atención plena en la rutina de la mañana no significa que se deba comenzar una práctica intensiva de meditación. Sí se trata de ser consciente cuando, por ejemplo, estamos tomando una ducha o desayunando; hay muchas oportunidades para practicar esta habilidad.
En ese sentido, los especialistas recomiendan que el momento de desayunar sólo tiene que ser para sentarse y desayunar, no leer el periódico, chequear el correo electrónico, o leer la caja de cereal.
Nuestra cultura enfatiza la multitarea, y para muchos puede ser raro estar plenamente en el momento presente. Sin embargo, hacer una actividad conscientemente podría impulsar la felicidad y mejorar la forma de pensar para el día, según especialistas.
Al parecer no costará tanto adoptar estos hábitos y experimentar si efectivamente aportan más alegría a nuestra rutina de la mañana y, en consecuencia tener un día feliz.
«Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así. Aprovecharlo o que pase de largo depende en parte de tí», dice la famosa canción. Así que, lograr que nuestro día sea positivo debe sumarse casi como obligación a la lista de tareas de la noche anterior.