San Martín era un hombre común de carne y hueso, como todos los mortales, pero que tenía un plus, que lo llevo a distinguirse, a ser un Líder, a ser un Héroe, a ser el Padre de la Patria. Ese plus fue ser: un hombre abnegado, visionario, luchador y un hombre de coraje.
San Martín puede ser considerado el Gran Americano, su causa no solo fue la de nuestra Patria Libre, su causa también fue la libertad de América, sabía que la libertad de nuestra Patria era solo una quimera si no había libertad de América, y por eso lucho con otros grandes como Bolívar.
“Para los hombres de coraje sean han hecho las grandes empresas” sentencio en su tiempo, concepto este que tiene validez para todos los tiempos y el Libertador obro en consecuencia contra viento y marea: acometió el Gran Desafío de Liberar a nuestra Patria y América.
El Cruce de los Andes, fue su Gran Epopeya, su vida estuvo signada por el sacrificio y la abnegación. Sin duda alguna José de San Martín es un espejo donde debemos mirarnos en estos tiempos, difíciles por cierto, lleno de complicaciones y ambiciones sectoriales y personales que nos toca a todos.
La autodeterminación de los pueblos y su libertad, la educación y la cultura popular, la defensa de la soberanía popular y los intereses de los sectores populares presidieron el accionar del Padre de la Patria, siendo la honestidad y desinterés una de sus virtudes cardinales.
En tiempos de corrupción y deshonestidad: debemos mirarnos en el Gran Capitán. En tiempos de ambiciones desmedidas y desinterés por el bien común: el Libertador es el ejemplo a seguir.
En tiempos en que se pretenda lesionar la Soberanía Nacional con medidas económicas o políticas, el Espíritu Patriótico del Gran Americano nos debe guiar. En momentos en que se puedan intentar afectar los intereses populares debemos centrar nuestra atención en quién fue el Protector de los Pueblos Oprimidos
En momentos en que la Educación Pública y la Cultura quieran ser lesionadas[U1] [U2] , tenemos que recurrir a los que nos dijo el Héroe de los Andes: “La Biblioteca destinada a la educación universal, es más poderosa que nuestros ejércitos” El país hoy y siempre, necesita de hombres y mujeres como San Martín.
Todos somos de carne y hueso, tenemos defectos y virtudes y además sabemos que nuestra existencia es finita, por eso al recordar hoy el 166 aniversario de la partida hacia la inmortalidad del Padre de la Patria, quizás podamos esforzarnos un poco para intentar imitarlo en algo.
Para que la Argentina ese lugar común que nos cobija a todos sea un lugar de promisión y nos permita a nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos alcanzar un mínimo de Felicidad siquiera!!!