Miles de personas se movilizaron frente a la Casa Rosada para ser parte del último discurso del Presidente .
Esta tarde en la Plaza de Mayo, el presidente Mauricio Macri se despidió de sus votantes en un escenario que se asemejó al del 24 de agosto pasado. Aquel sábado, miles de personas también se hicieron presentes en la icónica plaza para respaldarlo. La misma multitud, replicada en muchas ciudades del país, envalentonaron al mandatario luego de las PASO, en donde la dura derrota y la posterior marcha a su favor sirvieron para que su campaña electoral de cara al 27 de octubre tuviera un giro, la de gritar “Sí, se puede” durante 30 días en 30 lugares diferentes.
Tras no lograr la reelección, escogió nuevamente uno de los sitios más emblemáticos del país para ofrecer su último acto como presidente de la Nación, en donde el grito, que se volvió unánime, exigió la unidad. “Más juntos que nunca”, expresaron sus votantes, quienes previo a la aparición del Presidente entonaron: “Volveremos volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser gobierno, en el 2023”.
Cerca de las 17, un grupo numeroso aunque menor que en las últimas movilizaciones de Macri, esperaba frente a frente a la Casa Rosada con los mismos emblemas utilizados en marchas anteriores: banderas argentinas, carteles a favor de Macri y mensajes dirigidos expresamente al kirchnerismo.
Una hora más tarde, en la tarima que luego tuvo como protagonista al mandatario, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, apareció junto a Hernán Lombardi (titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos) y Felipe Miguel (jefe de Gabinete de la Ciudad). Allí, Lombardi tomó el micrófono y aseguró que el Presidente llegaría a las 18:30 y hablaría desde uno de los balcones de la Casa de Gobierno.
Finalmente desde el balcón sólo hizo una breve aparición, junto a su esposa, Juliana Awada, y Miguel Ángel Pichetto, compañero de fórmula en la última elección presidencial.
Desde la tarima que se montó frente a la Casa Rosada, Macri agradeció el apoyo de sus seguidores y señaló que su fuerza política “está más comprometida que nunca” en su objetivo de “defender la república”. En ese sentido, subrayó que a partir del 10 de diciembre, cuando inicie el gobierno de Alberto Fernández, “va a defender la democracia, la calidad institucional y nuestras libertades”.
Fue justamente al ex jefe de Gabinete a quien le envió un mensaje: “Le quiero decir al presidente electo que él puede confiar en que después de mucho tiempo va a encontrar una oposición constructiva y no destructiva”.
En la previa, y al igual que en anteriores convocatorias, la música comenzó desde temprano. Esta vez se apuntó a la cumbia, en donde Daniel Agostini, Gilda, Los Charros, Los Palmeras y Mario Luis, entre otros, sonaron en reiteradas ocasiones.
La curiosidad se dio algunos minutos previos a la aparición de Macri, cuando desde la musicalización cambiaron abruptamente de canción tras haber elegido “Mentiroso” de Karina. Al llegar al estribillo, la música se cortó y rápidamente se pasó a otro género.
«Gracias» y «Sin Justicia no hay República», las frases que se multiplicaron en carteles durante la tarde del sábado (Nicolás Stulberg)
Otro episodio llamativo lo brindó Juan, un turista catalán que vino de vacaciones a Buenos Aires y le preguntó a varios militantes si Juliana Awada estaría junto al Presidente. Consultado por Infobae, sostuvo: “De casualidad veo todo esto y vine para verla a ella. En Europa está muy bien vista, es muy ‘estilosa’”.
El clásico “Sí, se puede” también se gritó en varias oportunidades, mientras que no hubo insultos ni cantitos en contra del kirchnerismo. Las únicas expresiones que no fueron dirigidas al Presidente tuvieron a Cristina Kirchner como principal apuntada. Volvieron a exhibir sus muñecos con el traje de presa y gritaron “¡justicia, justicia!» al tiempo en que levantaban carteles en repudio hacia la ex mandataria.
La última presentación de Mauricio Macri como presidente convocó al número esperado pero no contó con la euforia de las anteriores movilizaciones. “Hasta pronto, porque esto recién comienza. Los amo con locura”, concluyó Macri, entre aplausos, con la promesa que le hicieron los miles: volverlo a votar dentro de cuatro años.