La iniciativa se replicó en más de 200 localidades del país. En Capital Federal el acto central fue frente a la Facultad de Derecho .
En el marco de la celebración del Día Internacional del Niño por Nacer, este sábado la Ciudad de Buenos Aires se tiñó de celeste en una nueva edición de la llamada «Marcha por la Vida», que se replicó en más de 200 locaciones del país.
Con el lema de «Derogación inmediata del protocolo ILEgal» y el hastag #YoMarchoPorLaVida acompañando en las redes sociales, miles de personas se movilizaron contra la despenalización del aborto.
Bajo un sol radiante, los manifestantes comenzaron a concentrarse desde las 14 en Plaza Italia del barrio porteño de Palermo.
Los primeros en llegar se reunieron en una misa improvisada alrededor de una Virgen de la Parroquia Nuestra Señora del Camino de la localidad bonaerense de Merlo. Desde allí partieron a los pocos minutos hacia la Plaza Rubén Darío, frente a la Facultad de Derecho, donde se realizó el acto central.
Confesionales, fieles católicos y evangelistas, grandes y jóvenes, personas de todas las edades se sumaron a la iniciativa. Para Gladis, de 80 años, fue su primera vez.
«No puedo creer que unos quieran matar criaturas, si ya en el mundo muchos mueren de hambre, de enfermedades, de las guerras. Estoy emocionada por toda esta gente que vino», comentó al borde del llanto la mujer que vive en Florida, Vicente López.
También hubo mucha presencia de familias, como la José, oriundo de Junín de los Andes, Neuquén, quien hasta la próxima semana está de vacaciones en Capital Federal junto a su esposa y cuatro hijos. «Ya que estamos paseando venimos a apoyar», dijo a Infobae.
Aunque asistieron algunos dirigentes, como los diputados de Cambiemos Cornelia Schmidt-Liermann y Jorge Enríquez, y la ex diputada nacional Cynthia Hotton, a diferencia de otras ediciones, esta vez casi no se vieron pancartas políticas entre la ola de pañuelos celestes. Fue una decisión de los organizadores.
En su lugar, prevalecieron las banderas argentinas, porque «la Argentina es pro-vida, lo dice la Constitución, y así estamos representando al país», explicó Facundo, que concurrió con su ahijada de 5 años a cuestas.
El clima, en general, fue calmo. No obstante, hubo algunos altercados. En medio de la marcha, una mujer se enfrentó con los manifestantes sobre avenida Libertador. «Vamos a empezar a denunciar con nombre y apellido todos los abortos clandestinos que hacen ustedes y sus hijos», les dijo con tono elevado. «¿Tenés hijos?, ¿Por qué no los abortastes?, ¡Facista!», respondieron varios, enfurecidos, del otro lado.
A los pocos metros, se produjo otro cruce. «Retrógrados, asquerosos, vivan los derechos de las mujeres», exclamó otra mujer desde el balcón de un edificio asentado en la esquina de la avenida Libertador y Austria. Desde abajo le contestaron con burlas al unísono.
La Educación Sexual Integral y los «cambios necesarios» fue tema de comentario entre algunos participantes. «Quieren imponer la ESI trastocando la infancia antes de tiempo. La idea es poder educarlos, poder prepararlos para el mundo, pero siempre con valores pero respetando los tiempos de los niños», consideró a este medio Jésica, docente de primaria.
Felipe Rilova Salazar, especialista en clínica médica, medicina legal y psiquiatría, acudió a la cita como parte de la agrupación Médicos de la Vida, «con toda convicción, amor y respeto por todas las mujeres y por todos los seres humanos». En diálogo con Infobae, se refirió a las estadísticas en países donde la interrupción voluntaria del embarazo es legal, que colegas suyo ponderan: «Hay una tergiversación de las cifras que responden a intereses, algunos por desconocimiento y otros por intereses ligadas a la industria del aborto».
A la marcha se sumaron extranjeros de diferentes países. Hubo banderas de Brasil, de Paraguay, de Uruguay. Y hasta una de El Salvador, que la estudiante de ingeniería química Natali Peña llevaba colgada desde el cuello: «Estoy a favor de la vida, como católica estoy apoyando esta bonita iniciativa que no pasa en mi país», compartió.
Al canto «Dicen que no tienen vida, dicen que tienen voz, acá están los que marchamos por la vida de dos», la movilización llegó a la Plaza Rubén Darío. Allí entonaron el himno nacional, aclamaron la entrada del ya tradicional bebé gigante llamado Alma, que representa a un embrión de 12 semanas, y celebraron que «terminó la reunión de senadores sin dictamen», en referencia al debate por la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que este año no se tratará en el Congreso.
La convocatoria se disipó pasadas las 16. Fue momento en el que también se fueron dos adolescentes que con los pañuelos verdes colgados en sus mochilas llegaron sobre el cierre hasta el lugar, desconociendo del evento. «Las chicas convirtiéndose en pro-vida», las hostigaron. «Tengo un poco de miedo, pero queremos ver qué es esto. Nos causa mucha gracia», comentaron ellas por lo bajo antes de irse.