Tiger, un perro detector de narcóticos de la División Lucha contra el Narcotráfico, murió de una manera terrible. Lo dejaron encerrado en su canil dentro de una camioneta y se olvidaron de él. Al menos hay dos policías en la mira de la Inspección General de Seguridad.
El triste final de Tiger se conoció en los primeros días de enero, cuando el animal de raza Labrador, fue encontrado muerto dentro de una camioneta de la policía, donde lo dejaron al rayo del sol, encerrado en su canil, sin agua y sin aire. Murió asfixiado.
Tiger fue comprado en Chile junto a dos hermanos, otro macho y una hembra. Además su adiestramiento y el entrenamiento los policías que estarían a su cargo también se realizó en el vecino país durante no menos de dos meses.
La investigación
La Inspección General de Seguridad tiene en la mira a al menos dos policías que ese día estaban a cargo de Tiger y no descarta que sean más los responsables de la muerte del animal.
«Es una evidente negligencia de los efectivos», indicó a este portal Marcelo Puertas, el nuevo titular de la IGS.
Se supo que Tiger fue llevado a un procedimiento de drogas, pero nunca lo bajaron del vehículo ni participó del operativo, por lo que también quedó en duda la forma de trabajar de los policías que no usaron al animal para encontrar lo que buscaban.
Se espera que en la semana se tomen declaraciones para determinar las responsabilidades correspondientes e imputar a los culpables de muerte de Tiger.
Además, la IGS pedirá el pase a disponibilidad de los policías que dejaron morir al perro, debido a que considera que no están aptos para trabajar con animales.
Esto implica que los efectivos sean sacados de la Lucha contra el Narcotráfico, queden a disposición de la Jefatura Policial y sólo cobrarán su sueldo básico.