Ocurrió en Capitán Bermúdez, a 10 km de Rosario. Los menores fueron rescatados por la policía a las 5 de la mañana de este sábado. “Estaban desesperados y a puro llanto”, dijo la mamá de la nena, quien estaba junto a su hermanastro
Como ese fin de semana le tocaba a su ex cuidar de la hijita (3) que tienen en común, Jésica Pierson viajó desde Rosario hacia Buenos Aires con su otra hija (9) y una amiga para disfrutar de unos días de relax en el centro porteño. Pero, lejos de distenderse y pasarla bien, su estadía se volvió un infierno cuando a primera hora de este sábado recibió una llamada de la Comisaría 2a de Capitán Bermúdez. «Estamos acá con Lupe y su hermanito. Los rescatamos de la camioneta de su papá, que los dejó encerrados», le dijo un policía alrededor de las 7 de la mañana. Ante el estupor de la mujer, el agente le infirmó que «el vehículo se encontraba en el estacionamiento de un boliche» de esa ciudad rosarina.
Si bien la pareja está separada desde octubre de 2018 y Lucas Heredia -según denunció ella- no se hace cargo de pasarle una cuota alimentaria, la relación entre el hombre (36) y su hija es fluida ya que cumple con el régimen de visitas. La encargada de facilitar ese vínculo es la abuela materna, quien vive en el mismo edificio de su nieta y se ocupa de que ellos se vean.
«Lucas la había ido a buscar al jardín el viernes a las 16.30 y se tenía que quedar con ella hasta el lunes al mediodía», relató Jesica a Infobae. La mujer contó que enfureció al enterarse de que, cuando la nena fue rescatada, vestía el equipo de gimnasia del colegio que ella le había puesto dos días atrás.
Según le informó el comisario, los chicos lloraban desconsoladamente dentro de la Volkswagen Amarok gris de su padre con la alarma sonando cuando una pareja que pasó caminando por el lugar -alrededor de las 5 de la mañana- observó la desesperante situación y dio aviso al 911. Inmediatamente, los efectivos policiales se hicieron presentes en el sitio y forzaron la cerradura del vehículo para rescatar a los menores.
«Al ver lo que estaba pasando, se acercó un amigo del padre. Se identificó ante los policías, les dijo que conocía a los chicos y que iba a ir a buscar a Lucas», contó Jésica. Y continuó: «Lo llamaron por teléfono un montón de veces y él nunca atendió, por lo que se llevaron a Lupe y a su hermanastro a la comisaría».
Lucas Heredia se presentó allí una hora después, sin poder justificar los motivos de semejante accionar. Fuentes policiales consultadas por Infobae, confirmaron lo sucedido pero desmintieron que el hombre hubiera estado bajo los efectos de las drogas y el alcohol. «Estaba consciente de lo sucedido y solo estuvo demorado algunas horas», dijeron.
Uno de los últimos viajes al exterior que hicieron en familia cuando Jésica y Lucas eran pareja
Uno de los últimos viajes al exterior que hicieron en familia cuando Jésica y Lucas eran pareja
Los chicos, en tanto, fueron retirados de la dependencia judicial por la mamá de Jésica y se encuentran fuera de peligro. «Esta mañana hice una videollamada con Lupe pero evitó hablar del tema», señaló la mujer, quien aseguró que no es la primera vez que los chicos quedan a la deriva por la irresponsabilidad del padre.
El domingo del Día del Niño, que Lucas también tenía que estar con sus hijos, se fue a esquiar a Las Leñas y dejó a los nenes al cuidado de la empleada doméstica de su mamá.
«Quería saludarla a Lupe y no podía comunicarme con él. Tampoco me respondía los mensajes de texto. Hasta que, cuando se dignó a atenderme, me dijo que los chicos se habían quedado en la casa de Susana (la doméstica) porque recién volvía a Rosario el lunes», recordó indignada. «La madre de él tampoco sabía. Se ve que no se los quiso deja a ella porque siempre se los deja y ya está cansada. No lo quiere ayudar más», remarcó.
Jésica y Lucas, que estuvieron 5 años en pareja, no terminaron de la mejor manera. Ella lo denunció a él por violencia de género y hoy en día rige una restricción perimetral. «La última vez que me golpeó fue el 10 de junio, el día del cumpleaños de Lupe. Ahí fue cuando hice la denuncia», contó.
A pesar de su buen pasar económico – es el dueño de una reconocida fábrica de sandwiches de miga- ella asegura que desde octubre del año pasado no le pasa plata para mantener a su hija. «Firmó un convenio pero no lo cumple. Y plata no le falta porque este verano se fue Panamá y en las vacaciones de invierno a Marbella», concluyó.