Se espera una nueva ruptura del Glaciar Perito Moreno. Tres mil turistas se acercan por día al Parque Nacional Los Glaciares para presenciarlo, pero el momento exacto es imposible de predecir. El espectáculo natural, que se da cada varios años, fascina a los afortunados que lo observan y escuchan desde las pasarelas.
El glaciar está cerrado desde octubre del año pasado, a la espera del desmoronamiento. Hasta ahora, la crecida del Brazo Rico lleva registrados 8,60 metros. La marca es mayor a la de los últimos dos rompimientos: en 2012 el desnivel alcanzó los 5,93 metros y en 2008 llegó a los 7,90 metros.
En períodos que suelen durar cuatro años, el hielo termina formando un dique que impide el paso del agua desde el Brazo Rico hasta el Lago Argentino. Es por la presión del agua que el hielo termina cediendo y se produce la ruptura. Cada bloque de hielo que se desprende del glaciar produce un ruido tan potente que puede ser escuchado a varios kilómetros.
Según lo publicado el 28 de enero en el medio local Ahora Calafate, el nivel de las aguas en el Brazo Rico está creciendo entre 3 y 5 centímetros diarios. De seguir esa tendencia sin que ceda el dique de hielo podría superar la marca de 2004, cuando la crecida llegó a los 9,35 metros. Igualmente los números están lejos de las marcas más altas: en 1966 llegó a los 28 metros.
En 1981, la Unesco declaró al parque como “patrimonio colectivo de la comunidad de naciones” y así Los Glaciares quedaron inscriptos en la lista de Patrimonio Natural del Mundo.