Decenas de policías y familiares dieron el último adiós en una casa velatoria de Berazategui a la policía Lourdes Espíndola, que murió ayer en el Hospital Posadas luego de haber recibido un disparo entre la clavícula izquierda y la tráquea. La agente es despedida con honores y fue ascendida post mortem dos rangos, hasta subteniente.
Se hizo presente en el velatorio del jefe de la Policía Bonaerense, Fabián Perroni, con quien Fernando Altamirano, viudo de Lourdes, tuvo un fuerte contrapunto en el Hospital Posadas. El efectivo se quejó porque «las autoridades no escuchan» los reclamos de los subordinados. Y agregó: «Le quise dar mi credencial (a Perroni), no quiso y me dijo comportate como un hombrecito», cuestionó Altamirano, quebrado por la situación.