Tras los números que arrojaron las PASO, se puede dar un balance parcial que no ha sido lo esperado. Solo un milagro podría depositar al bolivarense en la cámara alta provincial.
Por: Fernando Alarcón
Una de las transferencias que causó mayor furor en el pasado mercado de pases en la previa al cierre de listas fue el de Eduardo “Bali” Bucca.
El bolivarense, que formaba parte del equipo de Florencio Randazzo en el 2017, pero que comulgaba en silencio con Máximo Kirchner, se sumó al Frente de Todos para dar pelea al armado de Juntos por el Cambio en la Séptima sección electoral.
Sin embargo, la excelente elección que realizó a fuerza de militancia “boina blanca” el senador Alejandro Cellillo, dejó prácticamente sin chances a “Bali”.
Es que Cellillo consiguió el 51,2 en la interna superando al postulante del PRO que llegó al 48,7, y el Frente de Todos, con Bucca al frente, arañó el 30 por ciento.
En proyección, para que Bali Bucca consiga el tercer lugar de las bancas en juego, tendría que sumar tres puntos más, cuestión que se percibe imposible, ya que se especula que el radicalismo que impulsa a Cellillo, más el PRO de Ezequiel Galli, intendente PRO y armador de esa fuerza en la zona, elevarán los sufragios conseguidos.
La derrota de los “amarillos” seccionales obliga a todo ese espacio a “jugar” a todo o nada en noviembre. Sucede que de las tres bancas que se ponen en juego, dos tiene asegurada el radicalismo, y la tercera, es la que se disputa el alcalde olavarriense y el Bali Bucca. Entonces, Galli deberá redoblar sus esfuerzos para que su candidato también ingrese y mantener la hegemonía opositora en la sección.
Como se dijo, Máximo Kirchner creyó que con el apellido alcanzaba para, por lo menos, sumar un escaño en el Senado provincial. Sin embargo, más allá de los números su desempeño cuando formó parte del randazzismo, no ha estado acorde con las expectativas de los dirigentes, ya que no se ha convertido aún en el candidato notable y extraordinario que se pensaba al concretar su transferencia.
Así las cosas, Eduardo “Bali” Bucca va en busca de un milagro que parece estar años de concretarse.